El Real Murcia logró un meritorio, aunque discreto empate en el Romano de Mérida. Un punto acaso insuficiente, pero valioso a tenor de los méritos de los de Paco García, que fueron escasos, más allá de aplicarse en defensa. Fue el Mérida el que puso más argumentos para ganar en un encuentro en el que hubo pocas oportunidades de gol. Para el Murcia el punto será bueno si logra la victoria el próximo domingo en Nueva Condomina ante el Villanovense, un triunfo más necesario que nunca si quiere seguir luchando por colarse en los puestos de ascenso, que ahora quedan a cinco puntos.

Mucho respeto en los primeros minutos, con juego reposado y prudente y un ligero dominio grana, aunque sin que ninguno de los dos equipos fuera capaz de crear oportunidades en los primeros minutos. Un tímido disparo de Armando quedó en una tentativa tan voluntariosa como estéril. El Mérida, por su parte, se encomendaba a los lanzamientos de esquina y jugadas a balón parado para encontrar algún resquicio en una defensa murcianista donde Golobart se mostraba muy seguro.

Salían los de Paco García de su campo con velocidad, pero sin la precisión suficiente, y Wilson Cuero, en uno de los pocos balones que le llegó, no se lo pensó dos veces para poner a prueba a Salcedo, aunque su disparo apenas sobresaltó al guardameta emeritense. Poco después era Adri Cruz el que exigía un poco más a al portero local. El Murcia avanzaba pasito a pasito, sin hacer mucho ruido, pero con las ideas claras. Y Golobart, imperial atrás, también se incorporaba al ataque, aunque su remate saliera desviado. Expiraba un primer tiempo con más protagonismo en la zona de creación que en las áreas, con dos equipos muy parejos y un Murcia que arriesgó más, pero que en pocas ocasiones dispuso de oportunidades claras para ponerse en ventaja ante un Mérida que por otra parte aún fue menos incisivo que el Murcia y apenas hizo intervenir a Diego Rivas, que prácticamente permaneció inédito durante este primer periodo.

El Murcia, con todo, pecó de poca determinación y de nada le valió tener más tiempo el balón, porque en muchas ocasiones no supo qué hacer con él.

Salió más enchufado el Mérida en el segundo período y un centro chut de Hugo Díaz al que no llegó Tacine hizo que la afición local vibrara con los suyos. Dominaban los romanos mientras que el Murcia, más apático y contemplativo que en el primer período, observaba sin intervenir.

Entendió Paco García que era el momento de buscar un revulsivo y dio entrada a Roberto Alarcón. Pero mientras el Murcia transitaba con parsimonia hacia una maniobra de reacción, el Mérida seguía ganando terreno y aproximándose al gol, como en un remate de Hugo Díaz tras una gran jugada colectiva que ponía de manifiesto el poco protagonismo de los granas en el terreno de juego.

Un disparo de Adri Cruz, que, como en la primera parte, parecía el único jugador del Murcia con arrestos para buscar el gol en acciones individuales. El pontevedrés ejercía como referencia en el centro del campo intentando hacer jugar a los suyos y se desdoblaba también en ataque, pero no lo podía hacer todo. Diego Benito, por su parte, no tuvo su mejor día, siendo sustituido en el minuto 76 por un Rubén Ramos que, aunque ya está completamente recuperado de su lesión, sigue sin entrar en los planes de Paco García pese a las debilidades ofensivas de los murcianistas.

Y es que por momentos parecía que el Murcia se conformaba con el empate. El Murcia estaba metido en el encuentro, pero estaba siendo sometido por los de Eloy Jiménez, que buscaban la victoria con mayor convicción.

Subió el ritmo en los últimos minutos y el partido entró en una fase improvisada, con menor orden y mayor agitación por parte de los dos equipos, que buscaban ya el gol sin reglas y a base de impulsos. Pero el Murcia no fue capaz de sacarse ningún as de la manga y fue tan previsible como todo el partido, con Cuero casi inédito y muy pocos recursos ante la portería contraria. Lo mejor fue que el Murcia se mantuvo firme atrás y nunca perdió el rigor defensivo ante un rival que apretó y que fue mejor en el segundo período.