El Real Murcia arrancó el 2017 y su vuelta a los entrenamientos con una alegría. Una felicidad que es doble para Paco García, ya que por un lado la enfermería se vacía y por el otro recupera a uno de sus jugadores más determinantes.

Y es que el entrenador grana pudo contar de nuevo con Roberto Alarcón en una sesión preparatoria después de que el centrocampista se rompiera el ligamento lateral externo de su tobillo izquierdo a mediados de diciembre durante el encuentro que acabó con derrota ante La Roda en Nueva Condomina.

El murciano ha sido una de las escasas notas positivas del Real Murcia en esta primera vuelta del campeonato. Y eso que le costó hacerse con un hueco en el once del técnico del Barrio del Carmen. Sin embargo, cuando parecía que se había ganado una plaza, la mala suerte se cebó con el extremo y tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado el pasado domingo 11 de diciembre en el choque ante La Roda.

La ausencia de Alarcón sobre el verde, que hasta entonces fue uno de los más destacados gracias a su verticalidad, acabó afectando en ese choque a un Real Murcia impotente y resignado al ver como otro equipo de la parte baja de la tabla se acabó llevando el máximo botín posible de su estadio.

En un principio parecía que la gravedad de la lesión sería menor de lo que finalmente fue, aunque el parón navideño ha servido para para que el jugador con más dinamita de la plantilla grana vuelva a ponerse a punto para encarar la segunda vuelta del campeonato, en la que el Murcia buscará llegar a los puestos de play off de ascenso a Segunda División lo antes posible.

La vuelta de Roberto Alarcón supone un soplo de aire fresco a un plantel que, a día de hoy, parece que llegará a Mérida este domingo, a las 17.00 horas, con las mismas armas que finalizó el 2016. La llegada de Raúl Moro a la presidencia del club murciano y la labor de Deseado Flores en la parcela deportiva todavía no ha servido para que la entidad grana anuncie los primeros cambios de piezas con los que intentará buscar el asalto a los puestos altos de la clasificación.

Una lucha que este mes será frenética para el equipo de Paco García, puesto que se enfrentará a cuatro equipos que compiten por asentarse en las posiciones nobles del grupo IV de la Segunda B -el Mérida, el Villanovense, el Lorca y el Jumilla- y esos resultados podrían marcar el futuro más próximo del Murcia.

La tranquilidad que supone para el entrenador murciano el poder contar con la electricidad de Roberto Alarcón para esos compromisos, mientras que espera la llegada de posibles refuerzos, puede ser clave a la hora de afrontar los duelos ante esos rivales.

Los tres goles que le situaban en solitario como el máximo artillero del Murcia, hasta que Titi firmó su tercer tanto de la temporada en el triunfo ante el Extremadura con el que se cerró el 2016, se convirtieron en la confirmación de que ambos jugadores, los dos de banda, se convirtieron en varias ocasiones en la única solución para que los granas lograsen sacar petróleo a las defensas rivales.

No obstante, la idea de Paco García de mantener en el centro a a Isi y dejar escorado en banda izquierda a Germán, donde el canario muestra su mejor versión, provoca que las apariciones de Alarcón tengan que llegar en la mayoría de ocasiones desde el banquillo. Y se podría mantener este guion si Deseado Flores acude al mercado de fichajes para reforzar la banda izquierda.

Las aspiraciones del Murcia en este mercado invernal también se centran en incorporar a un jugador más para ese puesto, que compita con el murciano y que ofrezca un repertorio de condiciones distintas con las que actualmente cuenta la plantilla murcianista, sin embargo, las urgencias en la delantera donde tanto Wilson Cuero como Borjas Martín no han demostrado el nivel para llevar el peso goleador de un equipo que quiere aspirar a la categoría de plata podrían provocar que estas pretensiones pasen a un segundo plano.