Paco García, técnico del Real Murcia, ha probado a todos su jugadores en busca de una capacidad de reacción que no ha llegado en la primera vuelta del campeonato, en la que los granas no han pasado del sexto puesto, ostentado en una sola ocasión. El carmelitano ha utilizado a los 22 del primer equipo y ha rotado y cambiado más de una vez de sistema táctico, pasando del 4-3-3 -el más querido- al 4-2-3-1, e incluso ha probado con un 5-3-2. Solo le ha faltado utilizar la última bala: la de incorporar la savia nueva de algún canterano. Estos han sido los datos que retratan a los 22 futbolistas, en cuáles confía y en quiénes muestra falta de seguridad.

PORTERÍA: Experiencia y juventud.

Es posiblemente la línea mejor valorada. La titularidad ha recaído en un jugador con experiencia y galones como es Diego Rivas, que ha jugado todos los partidos, salvo uno en el que una lesión le obligó a dejarle el puesto a Simón -Melilla (0-0)-. No hay dudas sobre el coruñés, que en nueve encuentros ha dejado su portal virgen. Incluso estuvo 413 minutos imbatido (entre las jornadas 10 y 13). La posición adelantada, obligada por la táctica de su entrenador, ha hecho que juegue muchas veces fuera del área pequeña, lo que le ha retratado en varias ocasiones, como en el caso del Huelva o la Mancha Real.

DEFENSA: Pocas dudas en la retaguardia.

Paco García cuenta con siete hombres para cuatro puestos. Se tardó poco en decidir que la pareja de centrales estaría formada por Fran Morante y Golobart, que además ejercen como goleadores, un papel que nunca lograron los zagueros de José Manuel Aira en las temporadas anteriores. Jaume Sobregrau, que tuvo que pasar por el quirófano, ha quedado de comodín. En las bandas, Jose Ruiz y Pumar, de los pocos que siguen del año pasado, mantienen la titularidad. Paris Adot, un especialista para las dos bandas, espera su turno. Con diecisiete goles encajados, la zaga grana es la cuarta menos goleada del grupo. En casa solo ha recibido tres tantos, siendo una línea coríacea.

CENTRO DEL CAMPO: Buscando pareja en el medio.

Las dudas iniciales, muy pronunciadas, le obligaron a hilar fino al principio, esperando sobre todo la puesta en marcha de Diego Benito, quien sobre el papel era el que más líneas tenía en la libreta. La pareja inicial fue conformada, por Jon Iru, con mayor capacidad destructiva, y por Adrián Cruz, como conductor. La batuta fue para Javi Saura, escogido como vértice del triángulo ideal. Las lesiones, las expulsiones por malas pulgas de Cruz, con nula dirección y sin regularidad para mantener el ritmo de juego u optar a un tipo mantenido de juego, obligó a utilizar al denostado Armando y al recuperado Diego Benito como parejas de medio volantes. La duda sigue estando en el tercer hombre del trío. Esa será, o es, una de las patatas calientes que tendrá que resolver Paco García. Además, hay que destacar también la cortedad de goles que ha ofrecido esta parcela del terreno de juego.

ATAQUE: Delanteros mirados con lupa.

Curiosamente existen más delanteros que otras temporada. Entre mediapuntas, arietes o extremos, el Real Murcia cuenta con hasta ocho hombres para completar una línea que exige la total confianza por parte de Paco García. Los arietes , Borja Martín y Wilson Cuero, son totalmente diferentes, mientras que los extremos, Titi, Isi y Roberto Alarcón, han ido sufriendo las rotaciones constantes de su entrenador. La lesión de Rubén Ramos, la nula aportación de Nacho Pérez, con el que ha contado desde el inicio el técnico, y la tardía reaparición tras la operación veraniega de Germán Sáenz han complicado aún más una dotación que está siendo mirado con lupa. Completar ocho goles es señal de que ninguno tienen el puesto seguro y que el lema del cuerpo técnico es 'hoy juegas tú, mañana el otro...'.