ElPozo supo sufrir y luchar en el barro para llevarse el triunfo en casa del Peñíscola, invicto en su cancha hasta el día de ayer, por 1-4 en un encuentro duro y sin un claro dominador que se decidió en los últimos cinco minutos con tres goles de los pupilos de Duda. Era una dura prueba ante un rival que le superaba por un punto en la tabla y en la que la victoria tenía como premio ascender en la clasificación y rozar con los dedos el liderato. Y ElPozo no falló, aunque tuvo que sufrir lo indecible para sumar los tres puntos.

El encuentro arrancó con los locales presionando muy arriba e intentando que los murcianistas no encontraran ningún tipo de comodidad para elaborar las jugadas. Con una presión asfixiante, el Peñíscola buscaba dar un golpe lo antes posible aprovechando el letargo en el que parecía sumida la escuadra murciana. No se jugaba en estático, todo eran transiciones rápidas. Se aguardaba el error en el pase para buscar la meta contraria y, aunque las mejores oportunidades eran para el cuadro valenciano, las ocasiones claras de gol brillaban por su ausencia. Lo estaba pasando mal ElPozo cuando Pito soltó un disparo que se estrelló en la escuadra y que sirvió para que despertara el conjunto de la capital del Segura, incapaz hasta el ecuador de la primera parte de poner en aprietos al meta local.

Viendo que, en sus pocas llegadas, casi inauguraba el marcador, ElPozo apretó los dientes y tomó el mando del choque. Cambiaron los roles y los visitantes empezaron a salir con soltura de la presión de Peñíscola para acechar la portería adversaria mientras que los valencianos buscaban cualquier error en el pase para iniciar contragolpes en los que, si bien gozaron de grandes situaciones para adelantarse en el partido, estuvieron faltos de puntería.

En un encuentro tan abierto, el gol parecía cuestión de tiempo. Y éste llegó a favor de ElPozo en una jugada en la que Cardinal recibió la pelota de espaldas, se giró con rapidez y sacó un disparo raso que sorprendió a Iker. Sin embargo, poco o nada duró la alegría murcianista pues, instantes después, Peñíscola igualaba el encuentro tras un robo de Juan Emilio que le permitió plantarse solo ante el guardameta Fabio, regatearle, y disparar a placer para llevar las tablas al marcador.

El segundo acto arrancó con los de Duda volcados sobre la meta rival. Debían morder y atar el choque lo antes posible, pues su contrincante había dado muestras de no claudicar con facilidad y había respondido al gol encajado con un golpe instantáneo. Pero el partido era ingobernable. Ambos contendientes trataban de dar pausa en sus ataques y de mantener el esférico, pero el juego se aceleraba por la presión con que acosaban al contrario, y esas defensas tan adelantadas permitían contragolpes rápidos y cargados de peligro.

La alternancia en el timón del partido daba como resultado un duelo trabado, duro y difícil. Tanto el Peñíscola como ElPozo luchaban por conseguir someter a su rival pero no encontraban la forma de hacerlo y el reloj seguía corriendo. Entrando ya en los últimos diez minutos, la escuadra murciana daba un paso al frente. Se le escaba el choque y la posibilidad de ascender hacia los puestos de cabeza y la ansiedad flotaba en el ambiente del pabellón valenciano. Entonces, apareció Raúl Campos cuando restaban cinco minutos para recortar a su par y soltar un disparo con la zurda batiendo al meta de Peñíscola y poniendo en ventaja a los suyos. Era entonces el momento de gestionar la ansiedad del adversario, de templar los nervios y, con cabeza fría, mover el esférico y aprovechar los espacios para tratar de conseguir el tanto de la tranquilidad. Pero cinco minutos en el fútbol sala son todo un mundo. Dan para incontables situaciones y escenarios. Pero todos ellos fueron favorables a ElPozo, que vio llegar a su rival, le aguantó y, con el margen que le permitía estar por delante en el encuentro, hizo dos nuevos goles que sellaron un difícil triunfo. Con la victoria, el conjunto de la capital del Segura vuelve a la senda del triunfo tras el empate ante Jaén en la pasada jornada y se coloca segundo en la tabla, a tres puntos del Inter, y a la espera del resultado entre el Barcelona y el Palma.