El Plásticos Romero se marchó de Tudela con una sonrisa de oreja a oreja, la que se le dibujó a todos sus jugadores después de sumar su segunda victoria de la presente temporada en la Primera División del fútbol sala español. Su víctima fue el Aspil Vidal Ribera Navarra, al que se impuso por la mínima en un encuentro que, a tenor de lo acontecido a lo largo de los cuarenta minutos de juego, pudo decantarse a favor de cualquiera de los dos contendientes. El destino, que había jugado alguna que otra mala pasada a los jugadores dirigidos por Juan Carlos Guillamón en algunos de los encuentros anteriores, no fue esta vez caprichoso y permitió que la fortuna les sonriera. El autor material del triunfo fue Juanpi, que apareció cuando restaban ocho segundos para el final para ayudar a los suyos a sumar tres puntos que les permiten alejarse un poco de los puestos de peligro de la clasificación.

Como si de una montaña rusa se tratase, el choque pasó por todo tipo de fases, empezando por la que posibilitó que el cuadro local se pusiera por delante en el marcador. A los once minutos de juego, Rubí entró en escena para batir a Alberto -que ocupó la portería cartagenera ante la baja de Raúl- y deshacer el equilibrio que hasta ese momento señalaba el marcador. Las cosas se complicaron todavía más en el minuto 24, instante en el que David puso tierra de por medio anotando la segunda diana de los anfitriones.

El Plásticos Romero no bajó los brazos a pesar de los dos goles encajados durante una primera parte en la que subió ningún gol más al electrónico. Sí lo hizo tras el descanso gracias al tesón de la escuadra visitante, que acortó distancias en el minuto 27 por medio de Saura y empató a falta de dos minutos para la conclusión gracias a un tanto logrado por Rodrigo.

El tramo final del choque dio paso a un intercambio de golpes del que salió beneficiado el equipo de Cartagena, y eso que se vio obligado a remar contracorriente después de que Mínguez marcara el 3-2 en el 39, el mismo minuto en el que David introdujo el balón en su propia portería para alimentar las esperanzas del Plásticos Romero, que selló su agónica victoria de la mano de Juanpi, artífice del milago a ocho segundos del final.