El mes de octubre fue demoledor para el UCAM Murcia. Cinco jornadas de Liga que sumergieron en una dinámica funesta a los universitarios y que le condujeron a chocarse de bruces con los puestos de descenso, incluso a 'coquetear' con la última plaza de la clasificación. No obstante, y aunque a alguien le pueda sorprender, el mes que acaba de concluir ha favorecido al UCAM, ayudándole a reconducir su rumbo en Liga, estabilizarse en la categoría y, sobre todo, mejorar sus sensaciones en cierta medida para volver a tomar el pulso a una competición que le devoraba jornada a jornada.

Los números son los que son. Octubre y sus cinco jornadas disputadas transformaron a un UCAM fiable y aparentemente asentado en la categoría en un manojo de nervios, sin consistencia defensiva, pero también escaso de producción en ataque y desangelado en la creación. De los cinco encuentros disputados en dicho mes, el bagaje total de puntos fue de dos de los quince posibles, conseguidos tras dos empates y tres derrotas. Las críticas se vertieron sobre jugadores y cuerpo técnico, y a base de terapia y unión, han mejorado sustancialmente para volver a flote.

Cuatro partidos en noviembre, saldados con seis puntos tras dos victorias y dos derrotas que renuevan los ánimos y han servido para cortar dos rachas especialmente negativas: la primera, de seis partidos sin ganar; la segunda, volver a triunfar en La Condomina. Estos resultados han permitido al UCAM volver a respirar, salir del descenso, ganar de nuevo en casa, y erigir al equipo entrenado por José María Salmerón en uno de los mejores conjuntos jugando lejos de su estadio. Sin contar los puntos cosechados por los equipos como locales, en una hipotética clasificación de visitantes, el UCAM estaría emplazado entre la cuarta y la sexta plaza de los 22 equipos que conforman la categoría.

Yendo más allá, y por la complacencia de analizar la proyección del equipo entrenado por Salmerón, si los universitarios siguen manteniendo sus números a partir de bagajes como el de noviembre, tras las 42 jornadas de Liga el UCAM alcanzaría la cifra objetivo: los 50 puntos con los que presumiblemente se garantizan la permanencia.

Además, las buenas actuaciones en Copa y el hecho de haber hecho historia en una competición tan especial pueden volver a reflotar la confianza del equipo, sobre todo en defensa, cuestión que más preocupa al técnico. La actuación defensiva de hace dos días ante el Celta incita a pensar que el equipo está preparado para rendir a un mayor nivel. Una mejora que será necesaria para afrontar las tres jornadas ligueras que llegarán en diciembre: Lugo, Huesca y el líder Levante, tres equipos de la zona media alta de la clasificación.

Las sustituciones, claves

Las dos victorias cosechadas en noviembre, ante Rayo y Numancia por 0-1 y 3-2, respectivamente, se fraguaron en las postrimerías del partido. En ambos casos, los ejecutores directos de los tantos de esos triunfos fueron dos futbolistas salidos desde el banquillo. En Vallecas, Imaz saltaba al campo en la segunda mitad, hecho que se repitió con Jona ante el Numania. Los dos jugadores marcaron los goles decisivos que deshicieron la igualada en el luminoso. Hechos sin duda atribuibles al técnico, José María Salmerón, que si de algo puede presumir es de estudiar bien a sus rivales y efectuar buenas lecturas en el transcurso de los distintos encuentros.