El Plásticos Romero protagonizó en la noche de ayer el peor partido hasta ahora visto en el pabellón Wssell de Guimbarda. La escuadra cartagenera se deshizo ante un Burela que tan solo se limitó a contener en defensa para sorprender de forma muy fácil a los locales. Hay consciencia de los límites del conjunto portuario en su estreno en Primera División pero si el equipo inicia la tendencia de ir a peor va a estar muy complicada la salvación. En definitiva, a los visitantes se les puso muy fácil un partido en el que el conjunto de Juan Carlos Guillamón parecía un 'sparring'.

En apenas 30 segundos de encuentro, los anfitriones disfrutaron de dos claras ocasiones de gol, con lo que en un principio las cartas sobre la cancha se mostraban desde el primer instante. El conjunto cartagenero quiso ser más atrevido en ataque pero al no materializar las oportunidades podía pagar las consecuencias en cualquier acierto del Burela. Y esto fue lo que ocurrió en el minuto 4, cuando Iago Míguez batió a Raúl. Este gol marcó la estrategia de los lucenses, que construyeron un muro en las inmediaciones de Álex esperando en cualquier momento un contragolpe. Con esto el Plásticos llevaba el control del balón, pero los minutos pasaban y no había forma de abrir grieta en el marco visitante.

A Burela le bastó un arreón de Iago Rodríguez para conseguir el 0-2 en una muy bonita internada del propio futbolista. Corría el minuto 8 y todas las buenas intenciones del Plásticos Romero se difuminaban aunque no dejaba de insistir sobre la línea de ataque, pero el factor sorpresa no llegaba y la definición no existía. Los minutos seguían transcurriendo y el guión del choque estaba muy marcado. Lo único que podía cambiar el signo del mismo era un gol de la escuadra local, pero el último pase y el último empujón se hacían muy largos. Era cuestión de dar más velocidad a los pases, pero estas circunstancias solo aparecieron en los primeros compases. Sin embargo, al Burela, que se limitaba a defender su zona, le bastaba enlazar una jugada con velocidad para marcar, y así volvió a ocurrir en el minuto 17, cuando Iago Míguez, tras un pase de Matamoros, hizo un 0-3 que deshacía aún más a un pobre Plásticos Romero que encajaba aún el cuarto tanto en pleno desconcierto. Ya en los últimos suspiros del primer tiempo, el local Jesús consiguió el primer gol para su equipo, pero éste fue contestado en segundos por el quinto tanto de Bureja, obra de Cuco. De esta forma se llegaba al tiempo de descanso, en el que se empezaron a escuchar los primeros pitidos de protesta en la grada.

La preocupación era que a Burela se la había puesto el encuentro muy de cara, con mucha diferencia en el marcador y con muy poco esfuerzo. Pero es que la sensación que existía realmente era que había mucha diferencia tanto en el electrónico como en la pista. Este clima provocaba que la segunda parte siguiera con un control del balón del Plásticos sin saber sorprender a la defensa de la escuadra lucense, que tenía todos los aspectos del juego muy controlados.

Como los dibujos eran iguales que en la primera mitad, al equipo gallego le sirvió otra jugada de contragolpe para seguir aumentando su ventaja en el marcador. Y aunque en el minuto 29 Juan Carlos Guillamón optó por jugar 'de cinco', el partido ya estaba prácticamente sentenciado ya que en ningún momento llegó la reacción cartagera, faltando todos los ingredientes que se necesitan para llevar un encuentro con éxito.

En los últimos lances el ritmo de juego se disparó, aunque con el 2-7 en el marcador acabó la pesadilla del peor encuentro del Plásticos ante la mirada de su afición.