Se avecina un encuentro clave, de esos en los que sabes que hay muchísimo en juego. Es por ello que la motivación, más allá de la necesidad, debe aflorar en los jugadores del UCAM Murcia para encarar una jornada en la que ganar se antoja como obligatorio.

El próximo rival de los universitarios, un ilustre del fútbol español como el CD Numancia, se quitaba el pasado fin de semana una pesada losa al reencontrarse con la victoria después de siete jornadas sin conseguirla. No obstante, en la próxima visita que el conjunto soriano realizará a La Condomina, el club numantino intentará paliar otra asignatura pendiente en este curso: conocer el triunfo lejos de Los Pajaritos.

El equipo dirigido por Jagoba Arrasate, que actualmente es decimoséptimo en la clasificación con 17 puntos -dos más que el UCAM-, únicamente ha sumado cinco puntos en sus desplazamientos, todos ellos cosechados a través de empates en el marcador, a lo que se añaden dos derrotas.

Una cifra total que se asemeja a la del conjunto universitario bajo su condición de local, el peor de Segunda División. El Numancia, por su parte, visita La Condomina pretendiendo encadenar por primera vez en la temporada dos triunfos consecutivos y poder alejarse de los puestos de descenso. Después de ganar la pasada semana al Valladolid, y no haber perdido en las tres últimas jornadas, los sorianos quieren convertirse en el cuarto equipo que se lleve los tres puntos de La Condomina.

Observando la tabla, solo cinco equipos de la categoría presentan peores números que el Numancia lejos de casa: Zaragoza, Mirandés, Almería, Alcorcón y Rayo Vallecano están por detrás en esta particular clasificación.

El gol numantino, cosa de dos

Por otra parte, la dependencia goleadora del Numancia en torno a dos futbolistas es abismal. El delantero Manu del Moral, con siete tantos, y el extremo derecho Pablo Valcarce, con cuatro, acumulan once de los 17 goles que el equipo soriano ostenta actualmente: en total, el 65% del total depende de estos dos hombres, a los que tendrá que vigilar muy de cerca la zaga universitaria.