La llegada al FC Cartagena Óscar Rico esta temporada alentó la pugna por la titularidad entre el jugador ilicitano y Sergio García, un futbolista que el año pasado acabó como el mejor de su equipo y al que todos veían este año de nuevo como fijo en el once inicial del bloque cartagenerista.

Pero su no titularidad durante las primeras jornadas destapó el debate entre un futbolista que el año pasado tuvo sus momentos de sombras en la primera parte de la temporada y de luces en un espectacular tramo final y otro como Óscar Rico del que todo el mundo recordaba su calidad en el disparo y, sobre todo, sus centros y asistencias de gol.

La partida la ganó en principio Óscar Rico y ahora es Sergio García el que ha recuperado los galones perdidos. No deberían ser incompatibles si se piensa que uno es diestro y el otro zurdo, pero ocurre que entre medias se encuentra otro futbolista quizá más versátil que los anteriores, Cristo Martín, que sí se ha convertido en una pieza fija en el engranaje del conjunto albinegro.

La aparición de Óscar Rico por la izquierda ha supuesto cada jornada que Cristo Martín caiga a la derecha. La entrada de Sergio García por la derecha cuando le ha tocado su turno ha provocado que Cristo Martín cambie de posición y se marche a la izquierda.

Mientras Cristo es inamovible, Sergio García y Óscar Rico han ido intercalándose en la titularidad en esas primeras quince jornadas de competición liguera.

En el caso del zamorano no dejó de sorprender que en las siete primeras jornadas jugara una media de 25 minutos por partido, con un gol anotado en el Córdoba B-Cartagena de la jornada segunda. Parecía haberse disipado esa aureola que había permanecido en el centrocampista albinegro durante el año anterior y caminaba a convertirse en carne de banquillo.

Sin embargo, Sergio ha sabido esperar su oportunidad y desde el encuentro ante el Melilla de la jornada octava ha disputado un total de seis partidos desde el comienzo -menos Marbella y Jaén-, lo que le devuelve a primer plano en este equipo. El pasado domingo jugó todo el enfrentamiento, ofreciendo otra vez una de sus mejores versiones. Suyo fue el pase del primer gol, obra de Rivero tras un rechace del defensa, y el segundo fue suyo en una acción a la contra bienllevada por Fernando y perfectamente culminada por Sergio con un gran disparo con el que nada pudo hacer Saavedra.

El rápido centrocampista albinegro ha pasado por los malos momentos de unas jornadas en las que se veía obligado a demostrar sus cualidades en los instantes finales del encuentro y ahora le toca la otra cara de la moneda en un equipo líder.

El preparador, lejos de ofrecer una versión idéntica en cada partido de un equipo que camina en primera posición, trata de motivar a todos sus jugadores con cambios en el once inicial que incentiven a cada uno de los miembros de la plantilla. Sergio García y el propio Chus Hevia son una buena prueba de ello. Si al inicio ambos eran los segundones en este equipo, han dado la vuelta a las críticas conviritiéndose de nuevo en protagonistas de un equipo que camina con paso firme en este primer tercio de la competición liguera.