«El UCAM Murcia es un equipo que cada día te puede anotar cien puntos», dijo en la previa del partido Zan Tabak, entrenador del Betis Energía Plus, en unas declaraciones a los medios del club andaluz. Pero seguro que el técnico croata no contaba con lo que sucedió ayer en la pista del pabellón de San Pablo. El conjunto universitario purgó sus 'pecados' de nuevo en Sevilla, donde ha encadenado cinco victorias consecutivas como visitante. Además, las cuatro últimas han servido para poner el punto y final a las distintas rachas negativas que hasta esa fecha presentaba el club murciano.

La plantilla que dirige Óscar Quintana llegó ayer a la capital hispalense con la urgencia de lograr un triunfo, después de cinco jornadas consecutivas sin lograr vencer en ACB. Y bajo presión el equipo respondió. El UCAM consiguió estrenarse a domicilio por primera vez esta temporada en la Liga Endesa y, al mismo tiempo, sumar la tercera victoria del curso en el campeonato doméstico que le arroja más luz en su escalada en la tabla. El conjunto murciano, que el miércoles conquistó el pase matemático a la siguiente ronda de la Eurocup tras vencer al Buducnost, se ha planteado cada partido de la ACB como una final de aquí hasta los últimos días de diciembre y, en su primera oportunidad, demostró que va en serio eso de revertir la situación en la clasificación.

El club murciano selló la mejor victoria de su historia como visitante y se quedó a tan solo un triple de su mejor marca en un partido. Todos los jugadores exteriores que participaron en el choque, además de Antelo y Radovic, fueron capaces de anotar, al menos, un triple. Pero es que, hasta siete hombres -Antelo, Campazzo, Benite,Radovic, Baron y Faverani- superaron las dos cifras al término del encuentro en su casillero de puntos.

El UCAM fue un vendaval en ataque liderado por un Facundo Campazzo, que se retiró de la pista entre aplausos por los seguidores del conjunto universitario que se desplazaron hasta Sevilla y por una buena parte del público local. El base argentino volvió a superar los treinta minutos de juego, en los que fue inagotable para la defensa rival con 17 puntos y 10 asistencias. Además, Faverani volvió a ser vital en el juego interior y Billy Baron fue una pesadilla desde el perímetro.

Y eso que el Betis, entidad que este verano cogió las riendas del Baloncesto Sevilla impidiendo una posible desaparición, arrancó aparentemente el encuentro con una marcha más que los murcianos. Nachbar, Triguero y Chery consiguieron la primera ventaja para los locales (7-3) en apenas unos minutos. Sin embargo, el UCAM reaccionó a tiempo y no dejó que el cuadro andaluz pusiera más tierra de por medio. Vítor Faverani fue clave en el juego interior, donde siempre sacó petróleo y fue en varias ocasiones a la línea del tiro libre. Fue entonces cuando los de Quintana tomaron las riendas del encuentro y lograron un parcial de 0-13 asentado en el acierto de Campazzo, Baron y Rojas (12-19). Sin embargo, casi sin hacer ruido y con un Nachbar haciendo daño en el rebote defensivo, el Betis se metió de nuevo en el encuentro (16-19). Aunque tras un tiempo muerto el UCAM apretó de nuevo y sentenció el primer cuarto con una canasta sobre la bocina de Campazzo (20-28).

El segundo cuarto arrancó con un resultado cómodo para los intereses de los universitarios, pero ninguno de los dos equipos se imaginaba lo que iba a suceder antes del descanso. El Betis se topó con una buena defensa del UCAM y unos malos porcentajes de tiro que le terminaron condenando para el resto del partido. El equipo de Tabak tan solo fue capaz de anotar tres puntos. Dos de su base Chery, que fue el único peligro serio del equipo verdiblanco, y uno desde el tiro libre (22-34). El UCAM, por su parte, olió la sangre y no desperdició la oportunidad de 'matar' a su rival a las primeras de cambio para no meterse en líos en la segunda parte.

Ante la baja de Martynas Pocius, que se vistió de corto pero no disputó ningún minuto por precaución tras sufrir un golpe en la rodilla ante el Buducnost, Quintana tuvo que 'jugar' varios minutos con la posición de alero cuando se sentaba Rojas, que terminó siendo eliminado por faltas. Billy Baron, Benite y Antelo fueron tres de los pilares donde se asentó la exhibición desde el perímetro del UCAM que terminó por dejar noqueado al Betis en un segundo cuarto que escolta americano cerró con un lanzamineto desde unos casi ocho metros (23-52).

Con 29 puntos de ventaja encaró el equipo murciano el inicio de una segunda parte en la que el Betis no quiso tirar la toalla. Lockett anotó seis puntos de forma prácticamente consecutiva y ambos equipos decidieron apostar por un ritmo mucho más pausado en ataque. El UCAM también se mostró cómodo en estático y casi siempre logró encontrar la mejor solución (34-65). Sin embargo, los locales realizaron un parcial de 12-3 que, a pesar de que solo recortaron seis puntos en el marcador, dejó mejores sensaciones en esos momentos en la pista para los verdiblancos (43-68).

Tras el tiempo muerto, los universitarios volvieron a reaccionar y mantuvieron su goteo constante de canastas con sus dos bases, Campazzo y Llompart, aportando también desde fuera y con Delía sumando puntos desde el juego interior, después de que Chery, que se tuvo que retirar en los últimos instantes del partido tras una mala caída, y Marc García intentaran maquillar sin éxito el marcador (54-79).

En el último cuarto todo estaba visto para sentencia, pero ninguno de los dos equipos se dieron por vencidos. Quizá para el Betis fueron los diez minutos más largos de la temporada, pero acabó anotando 23 puntos. Dos triples de Benite permitieron al UCAM superar la barrera de los cien puntos (74-100) y, en los últimos instantes, el yeclano Chumi Ortega y Julen Olaizola saltaron a la pista para cerrar la primera victoria como visitante. Una victoria que se espera que sirva como punto de partida para que los universitarios alcancen la regularidad en liga (77-103).