El alero británico Ovie Soko ha tenido una semana para olvidar. En el partido ante el Andorra del pasado domingo sufrió un fuerte golpe en la boca y a su llegada a Murcia tuvo que ser ingresado para ponerle un implante. Su concurso ayer estaba en duda por las molestias que tenía, pero el viernes por la noche, cuando se estaba probando para ver si podría jugar ante el Barcelona, sufrió un esguince de tobillo. En principio, según explicaron fuentes del club a esta Redacción, no parecía que la torcedura revistiera de gravedad, pero ayer saltaron las alarmas. El jugador será examinado mañana lunes por el doctor Francisco Martínez, y puede estar varias semanas de baja. En función del alcance de la lesión, el club decidirá si busca un refuerzo.