El ambiente de positividad que rodea al Cartagena no se ha generado de un día para otro: no hay malas palabras, no saltan chispas, todo encaja de maravilla. Si hace dos temporadas el club estaba al borde de la muerte, ahora mira de frente el futuro y son todas buenas noticias. La gestión de Paco Belmonte y Manuel Breis, el proyecto de cantera o la competitividad del equipo son algunas de las claves que han dibujado una sonrisa en la cara del Cartagena, que afronta sereno y feliz el tramo más complicado de la temporada: las salidas a San Fernando y Murcia, la visita del imparable Marbella y el siempre complicado campo de la Nueva Victoria de Jaén.

Estabilidad económica

No hay ninguna duda de que la pata sobre la que descansa el proyecto del Cartagena es su estabilidad económica e institucional. El actual estado de salud del conjunto albinegro no se podría entender sin la gestión de Paco Belmonte y Manuel Breis. La fórmula, dicen, no es otra que el esfuerzo y el sacrificio, herramientas con las que han salvado dos 'match ball', uno en el terreno deportivo y otro en los tribunales.

A la salvación 'in extremis' de hace dos temporadas en Las Palmas (evitando el descenso a Tercera y la muy probable desaparición del club) se unió la salida ilesa del concurso de acreedores. A su llegada encontraron un club al borde de la muerte, cargado de impagos y con una plantilla descontenta y limitadísima por las circunstancias (algunos futbolistas, como Pallarés, abandonaron la entidad en el mercado de invierno).

Belmonte y Breis no le han alargado la vida al club, le han garantizado un futuro que antes, con los dueños de Sporto Gol Man, era impensable. De todos es conocida la estrecha relación que comparten Paco Belmonte, propietario del Cartagena, con Felipe Moreno, el del Leganés. Moreno ha presenciado algunos partidos del equipo, pero ninguna de las dos partes ha declarado que exista algún tipo de ayuda económica.

Apoyo empresarial

La estabilidad económica e institucional irremediablemente ha desembocado a que las empresas apuesten por el Cartagena. La transparencia y la gestión dan al exterior una imagen de club cumplidor. No son solo palabras, también hechos. Esta temporada se ha batido el récord de patrocinios, con unos 300.000 euros, y las puertas del tejido empresarial (tanto de Cartagena como del resto de la Región) se han abierto de par en par: ya no quedan vallas publicitarias disponibles en el estadio y son varias las empresas que lucen en la camiseta del equipo. Estos ingresos extra han supuesto un salto cualitativo en la profesionalización del club: el Cartagonova presenta un aspecto renovado con la instalación de nuevas vallas, la resiembra del césped, la limpieza de las butacas y hasta un autobús personalizado para los desplazamientos del equipo. Ayer, de hecho, un nuevo patrocinado del puerto de Cartagena, Sesticar, se unió al club.

Cantera, no cartera

La profesionalización no solo alcanza al primer equipo, también se extiende al proyecto de cantera que se cerró en 2015 con el Ciudad Jardín. Esta temporada empezaron a andar los 15 equipos federados y se ha apostado fuerte por la cantera con la reciente creación de cinco departamentos: Scouting, Psicología, Porteros, Nutrición y Metodología. El pasado miércoles, además, el Cartagena creó una escuela de padres para que estos intenten empaparse de los verdaderos valores del deporte, los de la tolerancia, el respeto y la salud.

Un equipo que compite

En el plano deportivo el equipo dirigido por Monteagudo es tercero y tiene 19 puntos, uno por debajo del segundo, el Jumilla, y a cinco del líder Marbella. Si algo ha demostrado el Cartagena en estas nueve jornadas de liga es que es un equipo que sabe competir, que no tira la toalla y cambia de registro con facilidad. Un equipo camaleónico que lo mismo pasa el rodillo que se arma atrás y espera una contra. Ni en sus días más encapotados deja de ver el sol.

Esas virtudes han permitido al Cartagena sumar puntos hasta en sus peores días: en Mérida, por ejemplo, tuvo que adaptarse, dejar a un lado el fútbol combinativo y esperar resguardado una oportunidad a la contra. En Melilla demostró que sabe encajar bien los golpes: al descanso perdía en un campo muy complicado y, lejos de perder la compostura, aguantó gracias a las intervenciones de Limones hasta que emergió Chus Hevia para empatar.

Recambios de talla

Ni siquiera la baja de Fernando ha afectado al rendimiento, al juego o a los resultados. Si todo va sobre ruedas y los partidos se solventan es porque los recambios están dando la talla. Arturo no marca goles pero no le preocupa al entrenador: siempre tiene alguna ocasión y tarde o temprano acabarán entrando. Además, su juego sin balón, sus desmarques y movimientos, se traducen en asistencias. En el partido contra el Granada B habilitó a Juanlu en el 2-0.

El cartagenero ha perdido el puesto en detrimento de Chus Hevia. Hombre por hombre, pieza por pieza. Todos aprietan, todos quieren jugar, y el asturiano, después de trabajar a la sombra de Fernando y Arturo durante ocho jornadas, se estrenó en el once ante el filial nazarí, abrió el marcador y, desde luego, se ha ganado a pulso un puesto en el once. Gonzalo Verdú también suplió con creces a Sergio Jiménez en el doble pivote, más allá de que, por contra, a la defensa le saliera caro: la falta de coordinación en el gol de Chumbi, en la derrota frente al Lorca, o el penalti de Óscar Ramírez en el Álvarez Claro.

Sea como fuere, el equipo sigue enganchado al play off y ahora, cuando empieza su particular Tourmalet, no tiene un agobio excesivo porque afrontará las curvas sereno y feliz en todos los aspectos, con un colchón de puntos importante por si sufre algún pinchazo en las próximas fechas.