«Un partido rápido y sin dolor», debieron pensar los jugadores del Bayern Múnich antes de arrancar el choque. Sin dolor porque el UCAM Murcia CB asumió rápidamente la derrota, aunque en la segunda parte tiró de orgullo para maquillar el resultado. No fue suficiente, ya que a los cinco minutos del encuentro los universitarios encajaron un parcial de 19-6 que le hizo perder el norte.

El Bayern Múnich puso ayer su ´modo avión´ y pasó por encima en la primera parte ante un UCAM que se quedó en la cafetería del aeropuerto. El conjunto murciano bajó muy pronto los brazos en defensa. Y eso que estaban avisados del poderío alemán. El Bayern no tuvo piedad en los primeros veinte minutos y su arranque supuso un golpe de realidad, quizá demasiado duro, en el primer partido del UCAM como visitante en competición europea. No obstante, el cambio de acttiud del conjunto murciano tras el descanso y la relajación del cuadro alemán en el último cuarto a punto estuvieron de dar el susto después de una diferencia llegó hasta en los 27 puntos.

Si Sasha Djordevic, entrenador del Bayern, quiso ´matar´ a su rival por la vía rápida, Óscar Quintana optó por poner el ´modo silencio´ al inicio del choque. Sin embargo, al entrenador del UCAM no le salió el plan y sus jugadores bajaron de más los decibelios. El quinteto inicial con Llompart, Baron, Pocius, Radovic y Delía estaba diseñado para evitar jugar a lo mismo que el conjunto bávaro en los primeros minutos. El técnico cántabro quiso huir del intercambio de golpes con jugadores con experiencia en este tipo de partidos y que cuidan con mimo cada posesión, pero el Bayern saltó a la pista dispuesto a llevar a cabo su plan.

Un plan que se volvió más fácil de ejecutar ante las facilidades que dio la defensa del UCAM al inicio. Después de que Redding, Anton Gavel y Lucic anotasen los primeros puntos para los locales, a los que tan solo Billy Baron pudo contestar desde el perímetro (6-3), Danilo Barthel empezó a campar a sus anchas por el juego interior univeristario sin oposición ninguna. Quintana solicitó tiempo muerto para volver avisar a los suyos del poderío bávaro a campo abierto, pero no surtió efecto (15-3).

En el minuto 5 de partido el Bayern ya contaba con 19 puntos a su favor y tanto Kléber como Taylor dieron la puntilla antes de las rotaciones (21-6). Sadiel Rojas consiguió cortar la mala racha ofensiva con un triple, pero el UCAM continuaba sin ideas a pesar de contar ya en la pista con Campazzo. Los universitarios acudieron a la desesperada al lanzamiento exterior para evitar que el Bayern hiciera más grande la herida, pero Renfroe apareció en los últimos compases del primer cuarto, donde Faverani subió el nivel con dos tapones consecutivos (32-16).

En el segundo cuarto la reacción de los murcianos tampoco llegó. El ritmo del encuentro disminuyó por momentos, aunque King, con dos triples consecutivos, y Dedovic, obligaron a Quintana a pedir otro tiempo muerto (40-18). Los alemanes comenzaron a divertirse sobre la pista y sacaron a relucir su juego rápido y efectivo con un ´alley oop´ de Kléber o canastas de Lucic. Vitor Benite era el único del equipo murciano que parecía que quería intentar ir a por el partido, aunque la suerte tampoco estuvo del lado del brasileño.

La entrada de Soko tampoco aportó el músculo que necesitaba el UCAM en esos momentos y el Bayern continuó pasando el balón de unas manos a otras sobre la línea del períemtro, como si fuera un entrenamiento, y acabó la primer parte con un marcador muy holgado (62-35).

Tras el descanso, el UCAM saltó dispuesto a maquillar el resultado con posesiones largas que ayudaran a tomar la decisión correcta de tiro. El Bayern no tenía prisa y optó por jugar un partido a medio gas que en el último cuarto estuvo a punto de pasarle factura. Con un encuentro en el que bajaron las pulsaciones, los universitarios volvieron a recuperar su latido para anotar más con el corazón que con la cabeza. «Hay que dar un pasito más», repetía una y otra vez Quintana en los tiempos muertos en los que Campazzo y Antelo captaron el mensaje con dos triples que obligaron a parar por primera vez a Sasha Djordevic el partido, aunque se mantuvieron los 20 puntos de ventaja (73-53).

Sin embargo, el Bayern se dejó ir al final y con los dos bases sobre la pista -Facu y Llompart- llegaron los mejores minutos de los murcianos. Campazzo, Antelo y Ovie Soko, quien fue creciendo a medida que el UCAM creyó en que podía hacer más daño a su rival, hicieron saltar las alarmas pese a que Taylor o Lucic seguían acumulando canastas de póster (88-66). El capitán del cuadro murciano y Rojas instauraron el miedo en Alemania hasta el último minuto, donde se redujo la distancia a ocho puntos, pero el muro que había que saltar era demasiado alto (92-84).