El Real Murcia cayó derrotado por segundo partido consecutivo y se acerca peligrosamente a los puestos de descenso a Tercera División. El conjunto grana perdió por 0-1 contra el San Fernando, un equipo recién ascendido que antes de empezar la jornada estaba empatado a puntos con el propio Murcia, que pierde su primer encuentro como local en lo que va de temporada.

En el equipo de Paco García, ausente por sanción en el banquillo, regresaba Adrián Cruz tras cuatro partidos, acompañando a Jon Iru en el mediocampo. La pareja de centrales la formaban Jaume y Morante sustituyendo a Roman Golobart tras su mala actuación en Huelva.

El Real Murcia dominó el balón durante la primera mitad pero en ningún momento esa posesión se transformó en un peligro real para la portería del San Fernando. Isi, que fue el mejor en el ataque grana, tuvo la primera para su equipo. Sin embargo, la mejor oportunidad la tuvo Wilson Cuero en sus botas. El delantero colombiano cabeceó al segundo palo un saque de esquina y el esférico se marchó rozando el palo. A partir de ahí, el ritmo se fue apagando y el San Fernando tuvo algún que otro acercamiento, sobre todo a base de disparos lejanos. Al filo del descanso el árbitro no pitó un penalti clarísimo sobre Jon Iru, que recibió un plantillazo del lateral derecho Regino que pudo costarle incluso la expulsión por la peligrosidad de la acción.

Tras el descanso, los murcianistas salieron con otro ímpetu pero cuando más amenazaban con adelantarse en el marcador llegó el gol del San Fernando. El delantero Edgar se anticipó a Morante y cabeceó un centro desde la izquierda para batir a Diego Rivas. A partir de entonces, el Murcia no fue capaz de reaccionar y los isleños se limitaron a defender y a conservar su ventaja en el marcador. En el minuto 86 llegó la única ocasión clara del Murcia, otra vez a cargo de Isi, que se sacó un fantástico zurdazo al que respondió el portero Salva con un paradón. El partido finalizó con victoria para los andaluces y el público de La Nueva Condomina despidió a sus jugadores con una sonora pitada.