Pichi Lucas es el entrenador de moda en el Grupo IV de Segunda B tras colocar al Jumilla en segunda posición tras un gran inicio de campeonato. El equipo lleva siete jornadas sin perder y está siendo la gran revelación esta temporada en la Segunda División B Grupo IV. En las últimas siete jornadas ha sumado diecisiete puntos y actualmente ocupa la segunda posición de la categoría siguiendo la estela del líder Marbella.

Argimiro Pérez García, conocido futbolísticamente como 'Pichi Lucas' dirige al equipo desde el banquillo con la humildad de un hombre nacido en Camponaraya, una pueblo de 4.000 habitantes en la Comarca del Bierzo. «Estamos bien posicionados. Hay que ir con tranquilidad y humildad. Solamente me preocupa el trabajo de cada semana. Ya estamos pensando en nuestro próximo rival, el Atlético Mancha Real, pero también creo que el primer partido de liga no merecimos perder ante el Atlético Sanluqueño», dijo el responsable del banquillo vinícola.

Fue jugador del Celta y del Compostela en Primera y mantiene un fuere vínculo: «Mi mujer y mis hijos viven en Vigo, donde tenemos un gimnasio. En esta ciudad pasé mi infancia y juventud. De los dieciséis a los treinta y un años estuve dedicado al fútbol profesional».

Como anécdota, su relación con el grupo musical Andy y Lucas es una faceta desconocida. «Uno de sus componentes, Lucas, es mi ahijado. Su padre fue entrenador mío y con ellos mantengo una estrecha amistad, de ahí mi apodo de Pichi Lucas». Respecto a cómo ha terminado dirigiendo al Jumilla, Pichi explicó que «el pasado año, al acabar la temporada, recibí una llamada del futbolista Jorge Perona, con el que coincidí en mi etapa en el Oviedo. Me puso en contacto con el abogado, Francisco Serrano y más tarde con el presidente Rubén Iglesias».

«Lo más importante es que no encajamos goles y tengo una plantilla que me trasmite confianza, profesional e implicación en el campo. Contamos con un equipo maduro y responsable que va a dar muchas alegrías este año a los aficionados», concluyó.