El ciclista murciano Rubén Fernández Andújar no ha acabado el año 2016 como esperaba. Una inoportuna caída en la penúltima prueba que tenía programada, la Milán-Turín, le ha obligado a pasar por el quirófano con tan mala suerte de que de nuevo ha sido la clavícula derecha la que se ha fracturado. Un bache a unos 60 kilómetros del final que no fue señalizado por el pelotón le llevó a dar con sus huesos en el suelo: «Íbamos muy rápido y nadie advirtió del bache. Qué le vamos a hacer, son cosas que pasan en las carreras», recordaba a esta Redacción el corredor del Movistar, equipo con el que tiene contrato hasta 2018.

Tras regresar a Murcia, el ciclista tuvo que pasar por el quirófano. La clavícula derecha, la misma que se había fracturado en otras dos ocasiones desde que pasó a profesionales con el Caja Rural en 2013, estaba rota. Con anterioridad, cuando tenía quince años y era cadete, le pasó lo mismo en la izquierda. Fernández se puso en manos de Paco Martínez, el médico del Real Murcia y el UCAM Murcia Club Baloncesto, entre otros, quien le intervino en el Hospital Mesa del Castillo. Al día siguiente, 'El Escayolas', como es conocido en el pelotón, había regresado a casa, donde deberá estar entre tres y cuatro semanas sin hacer ejercicio antes de poder salir de nuevo a la carretera. «Por suerte, ha ocurrido al final de temporada y no me va a afectar de cara a la próxima», explica el ciclista, que en 2016 ha sido líder durante una etapa de la Vuelta a España, además de ser sexto en el Tour Down Under y séptimo en la Vuelta a Polonia.

De momento desconoce el calendario que tendrá en 2017, un año en el que el Movistar espera que Rubén Fernández dé un paso más al frente. Todo apunta a que será muy similar al que ha realizado en 2016, con inicio en Australia en el mes de enero y final en la Vuelta a España, con la posibilidad también de correr el Giro o el Tour de Francia. Ahora le toca disfrutar de las vacaciones con la clavícula inmovilizada.