El defensa Óscar Ramírez (La Bisbal d'Empordà -Girona, 1983) afronta a sus 32 años su sexta temporada en Segunda B. La mayor parte de su dilatada carrera la ha desarrollado en Segunda División, en equipos como el Sevilla Atlético, Sabadell, Ponferradina y Huesca, por lo que su aportación a este equipo tanto en el vestuario como sobre el terreno de juego ha de ser considerada en todo momento.

El zaguero albinegro tiene claro que el factor sorpresa que podría causar el juego del FC Cartagena ha ido perdiendo fuelle conforme pasan las jornadas, por lo que es lógico, entiende él, que cada jornada cueste más trabajo derrotar a los oponentes. Por eso, considera que lo ideal es que dentro del mismo sistema que propone Monteagudo, buscar otras opciones no previstas para que los rivales no se sientan cómodos. «Llevamos siete partidos disputados y la gente nos conoce más, y sabe como contrarrestarnos, por lo que es más difícil hacer el fútbol que practicábamos las primeras semanas. Ahora nos cierran más los espacios que al principio».

De esta manera, el catalán cree que siendo conscientes de las dificultades que tiene la categoría, deben tratar de sacar el máximo rendimiento al fútbol ofensivo que proponen. «La Segunda B es más complicada y hay que intentar seguir haciendo lo mismo que hasta ahora, pero buscando las variantes para meter más goles».

El equipo cartagenero juega pasado mañana en Melilla -a partir de las ocho y media de la noche-, un campo que nunca se le ha dado bien al equipo albinegro a lo largo de su historia «pues para eso están las estadísticas, para romperlas», esgrime el jugador, quien añade que el choque será «duro contra un rival muy rocoso pero nosotros somos optimistas. Todos los partidos son diferentes, los otros equipos nos empiezan a conocer mejor y cada vez es más difícil ganar pero no creo que seamos irregulares».

En cuanto al partido del pasado domingo contra el Lorca, «nosotros intentamos siempre hacer las cosas bien y que nos salga todo pero hay veces que no salen y eso no podemos remediarlo», destaca.

Dice que aunque es él ahora quien ocupa el lateral derecho no debe existir ningún problema con su compañero Ceballos, relegado de esa posición «somos compañeros. No tenemos ningún problema y nos llevamos bien los dos».

Por último, no entra a valorar los pitos de la pasada jornada, cuando la afición mostró cierto malestar al ver el juego del equipo «creo que los seguidores son muy libres de opinar lo que quieran. Nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo, sin pensar en lo que venga de fuera».