El FC Cartagena perdía ayer el primer encuentro de liga en su campo tras el 0-1 que encajó ante un Lorca FC que supo jugar bien sus opciones y aprovechar a la perfección el tanto que logró Chumbi en el minuto 21.

Los albinegros no consiguieron en ningún momento ofrecer esa huella de equipo ofensivo y arrollador que han demostrado en jornadas anteriores en casa. Más bien lo que ofrecieron es la imagen de un conjunto demasiado indeciso, desbordado por la buena disposición defensiva del rival que tejió una tela de araña en la que cayó el FC Cartagena una y otra vez.

Esta derrota puede sembrar, además, algunas dudas respecto a la capacidad de los de Alberto Monteagudo a la hora de luchar con equipo, que deben estar a su mismo nivel y pugnando con ellos codo con codo en los puestos altos de la tabla clasificatoria.

Con la ya consabida novedad de Ceballos en el eje de la defensa por un lesionado Zabaco, el entrenador albinegro decidió apostar por el mismo equipo que le dio el triunfo la pasada semana en Mérida. El único riesgo que asumía era colocar al lateral derecho como compañero de Moisés y mantener a un central como Verdú en el centro del campo.

El Lorca, con la baja de hasta cuatro jugadores, incluía en su once inicial a Juanra, un chaval que subía en esta oportunidad del Lorca B y tenía ante sí un difícil reto que resolver arriba. No obstante, el que tiró del equipo en la primera parte fue un inspirado Carlos Martínez, muy bien situado entre líneas que hacía y deshacía con fluidez y casi siempre con mucho peligro. Fue el más incisivo para los lorquinistas, junto con un combativo Chumbi, muy participativo y a veces demasiado individualista.

Lo cierto es que se pudo ver poco juego en los primeros cuarenta y cinco minutos. El FC Cartagena no sabía cómo jugarle al oponente, porque los de Julio Algar estuvieron muy rápidos en las salidas de los locales y no dejaban maniobrar al centro del campo cartagenerista. Así que los futbolistas dirigidos por Monteagudo se mostraban imprecisos en sus pases, nerviosos en el control del balón y en muchas ocasiones desasistidos; no habían apoyos, transiciones, triangulaciones que facilitasen los desmarques con la frecuencia que este equipo nos tiene habituados.

El Lorca estaba cómodo en el campo porque llegaba más de lo que seguramente esperaba y además no tenía que trabajar en exceso en defensa ante la inoperancia de los atacantes albinegros.

El 0-1 llegó cumplido el minuto 20 con un balón largo del defensa central Borja García que aprovechó a la perfección el delantero Chumbi. Se fue decidido a por el balón, aprovechó que los dos centrales estaban quizá demasiado alejados el uno del otro y además Limones no reaccionó a tiempo para evitar atajar ese espacio que quedaba entre él y sus defensas. El caso es que ante este despiste de unos y otros, el atacante lorquinista fue el más listo y se plantó solo ante el cancerbero albinegro para tocar levemente y mandar el balón a un costado, lejos del guardameta.

El 0-1 demostraba que este FC Cartagena no estaba nada fino, que cometía errores en defensa con demasiada facilidad y que no andaba atento en las marcas.

Tras el gol de Chumbi el Lorca siguió atacando por oleadas y el FC Cartagena trataba de quitarse ese enorme despiste que tenía casi desde el comienzo del encuentro.

Nadie era capaz de coger el peso de la responsabilidad. Los hombres de ataque deambulaban sin claridad de dónde poner el balón y Arturo intentaba llegar a los pases casi imposibles que le ponían desde atrás.

El juego combinativo del FC Cartagena no aparecía y la afición se desesperaba porque este no es el equipo al que estaba acostumbrado a ver hasta el momento.

En el minuto 25 Carlos Martínez estuvo a punto de hacer el 0-2 al rematar fuera un balón de saque de esquina al que quizá llegó tarde y salía desviado.

Arturo fue el que lo intentó por vez primera para los locales en el minuto 35. Su cabezazo, en la primera combinación de los albinegros en el partido, se marchaba fuera. Luego fue Gonzalo Verdú el que con la cabeza también lo intentó, pero su disparo se iba algo desviado.

El Cartagena no mejoró en el segundo tiempo. El Lorca supo ajustar perfectamente las líneas impidiendo cualquier opción de ataque claro, fuese en desplazamiento vertical o jugando el balón, por lo que las opciones de ataque eran limitadísimas y los de Algar vivían felices en ese estado tras tejer una perfecta tela de araña de la que los albinegros eran incapaces de salir bien parados.

Parecía claro que no era el día de Rivero, por lo que su entrenador lo sacó del campo a la hora del partido para situar a Juanlu en esa posición y proponer más velocidad con la entrada de Sergio García. Fue el zamorano el único que daba sensación de llegar por la banda derecha con alguna opción de hacer peligro, pero sus centros apenas encontraban apoyo en el área grande.

Urko Arroyo pudo hacer el segundo en el sesenta cuando tras marcharse con facilidad de Ceballos disparaba con comodidad pero a las manos de Limones.

Los locales eran alentados por su público cada vez que ganaban en superioridad al oponente en una contra, pero todo se quedaba siempre en un mal centro o en una pérdida del balón que propiciaba la contra rápida del Lorca.

La entrada de Chus Hevia no mejoró al equipo, porque su juego barroco quizá no era el más apropiado ante una defensa siempre encima del atacante. No obstante, fue el asturiano el que dio un pase a Arturo en el minuto 73, quien se benefició del error del defensor para encarar a Dorronsoro y elevar el balón por encima del guardameta, con la mala fortuna para él de que el esférico impactaba en el larguero.

Lo demás fue un querer y no poder, parecía muy nítido el final de esta historia. El Cartagena carecía de los argumentos necesarios para saber sacar partida a su juego ofensivo y el equipo lorquinista superó con nota un difícil examen en Cartagena, después de una semana complicada en una temporada bastante irregular.

De esta manera, los albinegros pierden su primer encuentro en casa desde que Alberto Monteagudo cogió las riendas del equipo allá por el mes de febrero. Han pasado 12 jornadas para ver perder de nuevo al FC Cartagena en su campo.

La fortaleza ofensiva y defensiva que venía demostrando este equipo se puso ayer en duda ante un rival que le supo jugar bien sus cartas y ganarle la partida sin ningún género de dudas.