La paz se encuentra en Nueva Condomina y el Real Murcia está obligado a abrazarse a ella. El equipo que comanda el técnico Paco García desde el banquillo se aferra a que sigue invicto en su estadio para encontrar de una vez por todas el camino que arroje la tranquilidad necesaria para cortar de raíz las dudas generadas tras haberse disputado las primeras seis jornadas del campeonato liguero. Los más pesimistas ponen de relieve las cuatro derrotas cosechadas en los cuatro partidos disputados lejos de la Región, mientras que los más optimistas se agarran al ´efecto Nueva Condomina´, donde el equipo aún no conoce la derrota tras haber superado al Mérida y al Lorca y empatar sin goles contra el Melilla en los tres partidos celebrados en el coliseo grana.

Sin embargo, y por mucho que el feudo grana siga invicto, el empate ante el Melilla no fue una gran noticia, ya que los jugadores de Paco García llevan un punto en los tres últimos partidos, teniendo en cuenta las derrotas como visitantes en el campo del Jumilla y en el de la Balompédica Linense. Además, los aficionados esperan que mañana contra el filial del Granada desaparezca esa inseguridad defensiva que también está lastrando al equipo, puesto que cinco goles encajados en los últimos dos choques fuera de casa tampoco son números nada atractivos para un equipo del que sus aficionados esperan que de un paso al frente en forma de buenos resultados que aporten un poco de tranquilidad a un inicio de campeonato cargado de incógnitas.

Por si fuera poco, mañana se esperan cambios de manera obligada, ya que la visita al Linense se tradujo, además de la derrota, en la lesión del delantero Wilson Cuero en la primera ocasión en la que Paco García apostó por saltar al campo con dos delanteros, ya que el colombiano actuó en la punta de ataque junto a un Borjas Martín que ahora, casi con toda seguridad, sí que se queda como el presumible ´9´ contra el Granada B, aunque el canario también ha estado ´tocado´ por un fuerte golpe en el muslo que recibió en el último partido.

Además, otro jugador importante como Adrián Cruz cumplirá su tercer partido de sanción tras ser expulsado en Jumilla y su técnico sigue contando las jornadas que faltan para el regreso de uno de los jugadores que está llamado a conseguir que el equipo eleve su nivel. En la lista de bajas las lesiones no solo afectan a Cuero, ya que Paco García tiene otra semana más que asumir las ausencias por lesión de Rubén Ramos y de Germán Sáenz, dos futbolistas que pueden actuar por los extremos y que están en ambos casos en la recta final de sus respectivas recuperaciones.

Entre tanta ausencia, Paco García recupera para mañana al lateral José Ruiz, un futbolista que hace poco ruido pero que influye mucho en la seguridad defensiva de los murcianistas. El futbolista, que cumple su segunda temporada como grana, no intervino ante el Linense porque causó baja finalmente tras un fuerte golpe con su compañero Paris Adot en el entrenamiento del jueves de la semana pasada y que fue produciéndole molestias al jugador hasta el punto de que ni llegó a viajar con el resto de sus compañeros.

Al margen de las decisiones personales que tome el técnico Paco García, es más que probable que Roberto Alarcón, el ´sacrificado´ para jugar con dos delanteros el último partido, sea de la partida. Más dudas existen en un centro del campo en el que sí podrían aparecer novedades respecto a la derrota por 3-1 en casa del Linense.

El Murcia de este curso necesita de manera urgente encadenar dos victorias consecutivas que, por otra parte, permitan al equipo verse más suelto que hasta la fecha, obligado desde el inicio liguero a tener que arreglar en casa lo que se rompe jugando fuera.