Un gol de Juanlu Hens, otro más, fue determinante para que el FC Cartagena ganara ayer en el estadio Romano de Mérida por 0-1 y sume su quinto triunfo en seis jornadas en lo que va de temporada.

La victoria se fraguó gracias a la paciencia, la experiencia y la madurez que ha ido ganando este equipo desde la temporada pasada bajo la mano de Alberto Monteagudo. El técnico siempre trata de inculcar a sus jugadores que hay que saber interpretar lo que el partido depara, para adaptarse a las circunstancias que te ofrece y sacarle el máximo beneficio.

En Mérida el FC Cartagena no hizo un buen partido en el aspecto ofensivo, pero sacó un gran rédito de la gran oportunidad que se le ofrecía cuando casi terminaba el primer tiempo, para cerrar el choque y sumar los tres puntos. La solidez defensiva que mostraba hizo casi imposible que las acometidas del bloque entrenado por José Miguel Campos le pudieran hacer daño a Limones.

El FC Cartagena había aprendido del gran batacazo de su anterior salida para cambiar el método, aferrarse a su buena colocación atrás y salvar el escollo con dignidad y orgullo.

La victoria, que es la segunda de las tres salidas del equipo, supone que el FC Cartagena ocupe la segunda posición en solitario, con quince puntos en su casillero, distanciado de tres puntos del tercero y de hasta cinco puntos respecto del quinto clasificado, la frontera de los equipos que juegan la fase por el ascenso.

Los albinegros viven días de vino y rosas y se encuentran en un gran momento de forma, lo que supone engordar el equipaje en estos momentos en los que la temporada empieza a cambiar, ya que los oponentes que esperan a partir de ahora exigirán mucho más.

Alberto Monteagudo decidía que en el estadio Romano iba a repetir el mismo once que goleó hace una semana a La Roda. De esta manera, el conjunto cartagenero saltaba con Arturo en ataque y con Óscar Ramírez en el lateral derecho. Es decir, Fernando volvía a ver el partido desde el banquillo y a Ceballos le tocaba otra vez quedarse fuera de la convocatoria.

Gonzalo Verdú ocupó el medio campo en labores de pivote defensivo, toda vez que Sergio Jiménez se ha quedado otra semana más fuera de la convocatoria por la lesión de rodilla que padece. Así, su compañero cartagenero Gonzalo desempeñó un papel de la que no es nuevo y con la que viene respondiendo casi a la perfección hasta el momento.

El Mérida, aquejado de un arranque de temporada muy aciaga, está necesitado de variar su rumbo y reconducir su trayectoria para que la dinámica cambie y los retos sean otros que no luchar por salir del descenso.

Es por eso que los locales trataron de dominar el encuentro desde el principio y generar las oportunidades más claras, aunque el equipo albinegro estuvo muy bien posicionado en defensa y si bien sus opciones ofensivas no eran muchas, sí que tenía el encuentro donde quería, muy controlado.

Conforme pasaban los minutos el FC Cartagena fue desperezándose y quitándose la presión de encima de los locales. Los de Campos querían pero no podían, pero tampoco los albinegros se sentían cómodos con el balón en los pies y Quique Rivero apenas entraba en juego. Cuando el santanderino no aparece, su equipo lo nota mucho.

Arturo trataba de ir a por todas, de espaldas en la mayoría de las ocasiones a la portería rival. El fuerte del delantero albinegro es la búsqueda de espacios, pero no tenía demasiadas ocasiones para encontrar esos balones filtrados de los que Rivero es un experto en nutrir a sus compañeros.

Casi nada relevante en la primera parte hasta que un acción iniciada por Cristo Martín llegaba a Arturo y éste tocaba al otro lado del área para que Juanlu Hens, en estado de gracia, anotase el 0-1 con el que el FC Cartagena se marchara al descanso con el marcador a su favor.

Hens ya suma seis goles en seis encuentros y está claro que es el jugador más en forma del equipo y el que sostiene a este bloque.

Tras pasar por el vestuario, el Mérida apretó los dientes y quiso poner contra las cuerdas al FC Cartagena, con insistencia en medio campo, tratando de ahogar la salida de los albinegros para robar y llegar cuanto antes a la meta de Limones.

Sin embargo, fue Arturo quien tuvo una buena acción para hacer el segundo, después de que un centro desde la derecha de Óscar Ramírez fuera rematado por el cartagenero de cabeza fuera.

Un minuto después era el Mérida el que respondía con un chut desde fuera del área que se marchó alto.

Los jugadores visitantes, si bien habían dado un paso atrás, para defender más juntos, no tenían la sensación de que su oponente empezara a ponerlos contra las cuerdas.

Aunque ha insistido Monteagudo que no quiere que su equipo modifique su conducta con el resultado a favor, lo que ocurre es el proceso natural que sufren algunos equipos cuando se ven con la victoria en el bolsillo y acabar echándose para atrás.

Rivero salió del campo y fue Quintero el que volvía al equipo. El joven jugador sentía en su espalda parte de la responsabilidad de los tantos que encajó el FC Cartagena en el tramo final de la pasada jornada, pero ni mucho menos escurrió el bulto para dar un paso al frente, pedir el balón y tratar de tener más tiempo el esférico en posesión de su equipo. El preparador buscó la contra rápida con la entrada de Sergio García, que saltó por Óscar Rico, mientras que Chus Hevia lo hizo a falta de siete minutos para el final. Los cartageneristas no fueron a por el segundo gol, pero en esta oportunidad se encontraron con el enorme esfuerzo defensivo que les dio los tres puntos.