El entrenador del Fútbol Club Cartagena, Alberto Monteagudo, ya tiene en mente a los once jugadores que mañana, a partir de las seis de la tarde, alineará en el estadio Romano para intentar arrebatar los tres puntos a la Asociación Deportiva Mérida. Excepción hecha del centrocampista Sergio Jiménez, que se perderá el segundo partido consecutivo, el manchego cuenta con el resto de sus jugadores, algunos de ellos ligeramente mermados. «Moisés tenía molestias en el tobillo y Kike Rivero ha ido controlándose y hay veces que no lo veo al cien por cien. Está pensando más en poder estar a tope el domingo que en la semana», aseguró durante la rueda de prensa de ayer, en la que no dudó en abordar todos los asuntos relacionados con la actualidad albinegra.

Uno de los aspectos que se puso encima de la mesa fue la reciente suplencia de Fernando y Ceballos, dos de los jugadores que hasta la visita de La Roda del pasado domingo habían portado la etiqueta de 'titulares'. «Ni me gusta señalar ni lo voy a hacer nunca», afirmó con contundencia el técnico, quien explicó que su decisión obedece a «momentos físicos, a cómo veo a los jugadores y a la chispa que transmiten».

En el caso de Fernando, admite verle «un poco más triste de lo normal» debido a «un problema en el aductor que le impide estar al cien por cien». «No sé si fue por el cambio (Arturo le arrebató la titularidad), que no lo hablé con ninguno de los dos y no se lo esperaba, pero le costó entrar en el partido. No lo hizo como suele estar normalmente. Él sabe lo que pienso de él, al igual que el resto de futbolistas de ataque. No está reñido creer en alguien con jugar menos en el periodo que estamos. Lo de Fernando fue un cambio por el rival y porque Arturo podía hacerle mucho daño al espacio a La Roda, como así fue».

También se mostró claro a la hora de referirse al cambio efectuado en el lateral derecho, que había sido ocupado por Juan Carlos Ceballos en los cuatro primeros encuentros de Liga. Frente a La Roda optó por Óscar Ramírez «por la sensación que estaba transmitiendo, el empaque que veo que tiene y su golpeo del balón». «Creí que era un momento bueno para darle ese partido y estuvo bien. Ceballos sabe lo que pienso de él y hay que estar preparado por si vuelve a jugar el domingo, por si no... No fue ni porque fuera un señalado, ni él ni Fernando ni ninguno», añadió.

Monteagudo tampoco tuvo reparos para ensalzar la figura de Limones, que después de los tres tantos encajados en el último choque liguero fue objeto de crítica por parte de un sector de la afición que acudió al Cartagonova: «He hablado con él por confirmar lo que él y yo sabemos. Es un tío tranquilo, que no se deja influenciar por el ambiente. A mí me parece que Limones está reconocido en la categoría y en la ciudad. Es un portero valorado en el Cartagena por su afición y que cuando tiene un día menos afortunado alguno dará su opinión y cuando está afortunado no paran de aplaudirle. Limones es un portero muy querido en la ciudad, por el cuerpo técnico y sus compañeros y no veo debate en estos momentos».

El partido contra La Roda también puso en tela de juicio, aunque solo fuera durante algunos minutos, la solidez defensiva que tantos puntos ha reportado al conjunto de la ciudad portuaria desde que el preparador nacido en Valdeganga cogió las riendas del banquillo en la vigésimo cuarta jornada de la temporada pasada: «El equipo encajaba pocos goles porque solo le habían metido tres y estaba en una media muy buena, y ahora con tres en el mismo partido llevamos seis, más de lo normal. Debemos encajar menos goles y espero y deseo que sea a partir del domingo. A mí como entrenador me gusta mucho el fútbol de ataque, pero el objetivo nuestro es conseguir estar varias semanas sin encajar goles y si no eres capaz de hacerlo tú, por lo menos empatar a cero. Porque estoy convencido de que con el potencial que tenemos, difícil será que dejando la portería a cero no ganemos partidos. Nos falta un puntito de concentración en el once que sale para no encajar gol durante los noventa minutos».

Por otra parte, recuerda que «la última salida fue a El Ejido y no estuvimos bien y tenemos que afrontar el partido con garantías frente a un rival que está un poco al límite por el hecho de que se dieron bajas de jugadores importantes para dar un salto de calidad y no lo acaban de dar». Un Mérida al que, pese a ocupar la última plaza del Grupo IV de Segunda B, contempla con «el potencial suficiente para estar arriba».