Su documento nacional de identidad indica que se llama Francisco Adeirton Castro Camelo, pero los aficionados al fútbol sala que habitan en Cartagena le conocen como Adeirton. Porque este jugador nacido hace treinta y dos años en Fortaleza (Brasil) ya sabe lo que es practicar este deporte en la ciudad portuaria. Lo hizo unos meses, entre 2011 y 2012, a raíz de que la directiva encabezada por Antonio Mínguez apostara por él para reforzar la plantilla del entonces Reale Cartagena en el mercado de invierno. Cuatro años después de su anterior etapa, vuelve a defender los intereses de una entidad que le ha elegido para dar un plus de calidad a una escuadra que apura los días que restan para estrenarse en Primera División.

Ayer llegó el turno de su presentación oficial, que tuvo lugar en los salones de un nuevo colaborador del club, el hotel Los Habaneros. Durante su puesta de largo, el ala brasileño se limitó a mostrar en público su alegría por el retorno a un equipo que le dejó huella a pesar de permanecer en él apenas una vuelta de Liga. «Estoy muy contento de volver a Cartagena, una ciudad que me gusta bastante. Me encuentro muy feliz por estar aquí de nuevo», comentó bajo la atenta mirada de Bartolomé Vera, gerente de Los Habaneros, y de Carlos Cabezos, vicepresidente del Plásticos Romero, quien aprovechó para expresar su satisfacción por la llegada de Adeirton: «Es un gran jugador al que la mayoría conocéis porque estuvo con nosotros hace unos años, demostrando su gran calidad durante esa etapa».

«Cuando tuvimos que dar un plus de calidad al equipo, fue una de las primeras personas en las que pensamos porque es un profesional serio, responsable y de un gran talento», afirmó el dirigente de la entidad cartagenera en su comparecencia ante los medios.