Rubén Fernández (25 años, Murcia) es una de las revelaciones de la Vuelta 2016, edición que para él marcará «un antes y un después», sobre todo después de aquella inolvidable experiencia de llevar el maillot rojo de líder tras ser segundo en la etapa de Ézaro. Admirador de su paisano Alejandro Valverde, está llamado a impulsar el futuro del ciclismo español. El vencedor del Tour del Porvenir 2013 acaba de ser preseleccionado para el Campeonato de Europa de fondo en carretera y vive uno de los momentos más dulces de su carrera. Ahora se encuentra concentrado en ayudar al colombiano Nairo Quintana a concretar el triunfo final en la Vuelta.

«La verdad es que está saliendo todo muy bien. Desde el primer día, he tenido buenas sensaciones. El día de Ézaro fue especial. Verte ahí en cabeza, con los mejores y tan cerca del triunfo, definitivamente me ha marcado, recompensa todo», reconoce el ciclista de Churra. Este año empezó con un sexto puesto en el Tour Down Under, pero luego se le complicó, no terminaba de encontrar su camino. O estaba enfermo o se caía. Luego compensó todo cuando fue líder de la Vuelta y «el centro de atención de todo el mundo».

En la Vuelta, la situación se presenta ideal para que Quintana ofrezca a su equipo el maillot rojo el domingo en Madrid, pero restan dos días muy duros. «Quedan un par de días duros para nosotros, el final de ayer en Mas de la Costa y Aitana el sábado, más la contrarreloj para los líderes. Esperemos dejar lo más cerca posible a Nairo del triunfo. Hay que esperar porque en este deporte nunca se sabe nada hasta que termina la última etapa», dijo.

A nivel personal, la Vuelta 2016 será para 'El escayolas', como se le conoce cariñosamente por el apodo de la familia, un «antes y un después». «Me va a venir bien para bien para el futuro sin duda, para coger confianza, por verme delante durante toda la Vuelta. Es una motivación extra. Es mi segunda grande después del Giro el año pasado. Me veo bastante bien en la tercera semana, el cuerpo va bien. Por qué no apostar por ellas», explicó. Tras cuatro años de profesional, por fin Rubén Fernández vive su confirmación como profesional.

«Tenía ganas de que me saliera todo bien, que no pareciera que me había relajado. En Polonia, el cuerpo empezó a responder bien, igual que en Burgos. Así se ha confirmado en la Vuelta. Siempre he trabajado. Cada año voy mucho mejor, sin prisa, haciendo las cosas bien. El equipo no me aprieta, me da tranquilidad, y puedo trabajar perfecto». Después de la Vuelta, el ciclista murciano acudirá al Europeo. «Que el seleccionador nacional confíe en mí es otra motivación para seguir en esta línea».

Fernández tuvo unas palabras para su compañero, amigo y paisano Alejandro Valverde. «Alejandro es un fuera de serie. Luchar por el triunfo de principio a fin de la temporada es complicado, y ha asumido el reto de las tres Grandes vueltas. Es digno de admiración", concluyó otro prometedor ciclista de la Región de Murcia.