Dos aspirantes al ascenso a Segunda se enfrentaron en un partido que de amistoso tuvo poco. El Cartagena y el Lorca protagonizaron un choque intenso en el que la afición albinegra se quejó de la extrema dureza con la que se emplearon los pupilos de Iñaki Alonso. El encuentro finalizó en tablas, a pesar de que el conjunto cartagenerista dominó en la primera parte y se adelantó con un tanto más del sevillano Fernando.

Monteagudo apostó de nuevo con un once muy reconocible, en el que estaba el último fichaje, Óscar Ramírez, en el lateral derecho. Por parte del Lorca, Iñaki Alonso tuvo que recurrir otra vez a más de un jugador de la cantera para completar su plantel. En una tarde desapacible, con mucho viento, y sobre un césped que empieza a acusar la cantidad de amistosos que se han disputado en Pinatar Arena en las últimas semanas, la rivalidad entre ambos equipos se dejó sentir desde el inicio del encuentro, y la intensidad fue más propia de un partido a vida o muerte que de un encuentro de pretemporada.

Pasaron 19 minutos de juego hasta que el conjunto lorquino dispuso de la primera ocasión, cuando el delantero del filial Manu Apek remató una falta lateral que atajó Limones. Sin embargo, fueron los albinegros, que ayer vestían con su segunda equipación roja, quienes se adelantaron en el marcador. En una jugada idéntica al segundo gol contra el Eldense, el pichichi del equipo, Fernando, aprovechó un rechace del portero Dorronsoro tras un disparo suave de Juanlu Hens para anotar su quinto gol en lo que va de pretemporada. El sevillano estuvo a punto de marcar el segundo en una acción de oportunista, al recoger un regalo de la defensa blanquiazul, pero su disparo se marchó rozando el palo. En los minutos finales del primer acto, el Cartagena ganó la batalla táctica que se había vivido hasta entonces y amenazó en varias ocasiones el área rival, pero sin ampliar su diferencia.

Solo un minuto tardó el Lorca en equilibrar la balanza tras el paso por los vestuarios. El colegiado señaló penalti de Ceballos por un empujón sobre Manu Apek, y el extremo Samu transformó la pena máxima. Instantes después, los blanquiazules reclamaron una mano dentro del área de Jesús Álvaro, pero el árbitro no pitó nada. Para el Cartagena, el gol encajado fue un jarro de agua fría, y tardó varios minutos en volver a entrar en el partido. Por momentos, la intensidad inicial alcanzaba niveles excesivos. Sergio Jiménez quedó tendido sobre el césped aquejado de un golpe tras recibir una fuerte entrada. El colegiado Lax Franco echó mano a su bolsillo en varias ocasiones para tratar de detener el juego bronco que imperaba sobre el césped, especialmente por parte de los lorquinos. En el minuto 73, Chus Hevia, que había entrado en el descanso, se retiró al sentir molestias en su abductor.

Poco buen fútbol pudieron llevarse a la boca los aficionados de ambos equipos en esta segunda parte. El jienense Pablo Ortiz dispuso de la primera oportunidad de los albinegros, pero su disparo lo detuvo el meta Dorronsoro. A solo dos minutos para el final, el canterano Iván Pérez pudo firmar la victoria de los cartageneros con un fuerte disparo que se marchó a la izquierda de la portería. El cartagenero Arturo tuvo la última con un remate de cabeza picado que se fue por encima del larguero. El partido finalizó con empate en un ambiente caldeado tanto por parte de los jugadores como por parte de los aficionados, que vieron un choque con más entradas agresivas que ocasiones de gol.