El pasado fin de semana tuvo lugar en Altorreal el torneo Olagolf Master, en el que participaron cerca de 100 jugadores. Fue todo un éxito, no solo de participación, sino por parte de la organización del evento.

Ya la modalidad de juego fue muy novedosa, con vueltas de 9 hoyos combinando Match Play y Medal Play, lo que obligaba a la organización a tener especial cuidado a la hora de no cometer errores para la obtención de resultados, que era lo que más preocupaba a los responsables de Olagolf, y la verdad es que todo salió a pedir de boca.

Mauricio Marín, desde Olagolf, ha destacado la buena predisposición del club, que se portó de manera impecable. Prepararon una zona de avituallamiento en el salón del restaurante durante todo el fin de semana, donde los jugadores tras los 9 hoyos de la partida iban a recargar energía y a combatir el calor de la jornada.

Se clasificaron los 16 mejores para el cuadro Match Play y el resto jugaron una competición paralela Medal Play, y al ser vueltas de 9 hoyos, hubo cambio de compañeros continuamente, lo que según uno de los jugadores recordaba a un campamento de verano en cuanto a convivencia entre los asistentes se refería.

La final se disputó el domingo a las dos y media y duró una hora y 45 minutos con un ambiente espectacular, ya que en primera categoría compitieron Alfonso Buendia, con hándicap 1, contra el hándicap 8 de Javier Quintana. Se decidió la final por el primero en el último hoyo, tras conseguir un birdie, pero lo más destacado de la jornada fueron los 20 buggies y las cerca de 50 personas que siguieron a los jugadores a lo largo de la partida, como si de un torneo profesional se tratara.

Los ganadores fueron en el Match Play, en primera categoría, Alfonso Buendía, y segunda categoría, Jesús Belmonte; en el torneo paralelo, en primera categoría, Ricardo Martínez, y en segunda categoría, Francisco Cervantes, mientras que en el torneo de consolación, en primera categoría, Evelio Mora, y en segunda, José María Martínez, el premio era entradas para la Ryder Cup de 2016.

Una veintena de personas de Olagolf se encargaron de que los jugadores se sintieran mimados, con banderines verdes y rojos para indicar el posicionamiento de las bolas, toallas empapadas en agua helada para contrarrestar el calor y tan cómodos se sintieron todos que prometen volver el próximo año a Altorreal, donde confiesan que les han tratado fenomenal.