El director general del Real Murcia, Víctor Alonso, confirmó ayer que la ampliación de capital que tiene en marcha el club desde el pasado 18 de mayo no está alcanzando los objetivos porque «va a mal ritmo» y, por tanto, «no nos sentimos satisfechos». «El balance hasta el momento es negativo. Las aportaciones están siendo pocas», afirmó.

Además, incidió en la escasa costumbre que existe en el fútbol español de participar en esta práctica financiera. «No nos sorprende la poca acogida. En España la gente no está acostumbrada porque no percibe que exista contraprestación directa, como sí ocurre en otros países», expresó. Este fracaso lo achaca a la falta de tradición y no a una deficiencia a la hora de promocionar la operación

Aún así tienen esperanzas en que en la última fase, la cuarta, se produzca un repunte en las aportaciones. «Esperamos que en esta última fase, en la que no hay ningún tipo de limitación, hayan más suscripciones».

Los aficionados murcianistas tienen hasta el 15 de septiembre, que es cuando finalizará la cuarta fase, para hacerse con una parte del club de sus amores sin ningún tipo de límite. Es decir, que está abierta a grandes inversiones, y es que hasta el momento, solo se podían comprar pequeños paquetes de acciones -el máximo era de 100.000 euros por persona-. En esta última fase cualquier inversor puede adquirir un número importante de acciones y controlar de forma absoluta del club.

Veremos si en esta última fase finalmente se concretan los rumores que desde hace unos años se sitúan en torno a la llegada de distintos inversores que iban a adquirir la propiedad de la entidad murcianista. Esto supondría la estabilidad que tanto ha demandado la afición para su club.