­La ampliación de capital con la que el Real Murcia pretende reunir 5,1 millones de euros entra a partir de hoy en la cuarta y última fase. Aunque el proceso no está obteniendo los resultados esperados por el consejo administración murcianista, que siempre había defendido que los aficionados responderían para conseguir que el club fuese de todos, la ampliación sigue su curso.

Desde hoy y hasta el 15 de septiembre se desarrollará una cuarta fase en la que desaparecen los límites. Es decir, que está abierta a grandes inversiones, y es que hasta el momento, solo se podían comprar pequeños paquetes de acciones -el máximo era de 100.000 euros por persona-.

A partir de ahora, cualquier inversor interesado en hacerse con el control absoluto del Real Murcia, sin un máximo accionista al mando desde el fallecimiento de Jesús Samper, solo tendrá que comprar unos cuatro millones de los títulos puestos a la venta. Aunque las expectativas no son nada positivas, y es que hasta el momento solo un pequeño número de aficionados han acudido para adquirir sus acciones y así ayudar al club, pero en ningún momento ha aparecido alguien con más poder económico. De hecho, ni Antonio Perea ni Francisco Tornel, dos de las personas que hace un año exponían una y otra vez que tenían proyectos de varios millones de euros para hacerse con la sociedad entonces controlada por Jesús Samper, han dado señales de vida.