El UCAM Jairis de Alcantarilla, el único club de la Región con un equipo en Liga Femenina 2, se había ganado el derecho en las pistas a jugar por tercera campaña consecutiva en la segunda categoría del baloncesto nacional. La pasada campaña incluso llegó a coquetear con el ascenso con una plantilla con un alto porcentaje de jugadoras murcianas.

El club empezó en junio a trabajar para confeccionar de nuevo un equipo ilusionante pese a conocer que su patrocinador principal reducía la ayuda, pero por otro lado, la histórica entidad, que tiene más de 60 años de vida, logró recabar otros apoyos que hacían viable el proyecto. Llegaron los primeros fichajes, entre los que estaba la internacional sub-18 Paula Ginzo, y el equipo empezaba a rodar. Pero a mitad de julio el Jairis recibió una estocada que lo dejaba gravemente herido.

La Comisión Delegada de la Federación Española, que siempre ha sido comprensiva con sus clubes para que cumplan el requisito de presentar el aval, como ha ocurrido este mismo verano en categorías masculinas como la LEB Oro y la EBA, decidía que no iba a ser así en Liga Femenina 2, generando un agravio comparativo.

El conjunto de Alcantarilla, por un trámite burocrático con el banco, se encontró que no tenía el día y la hora fijada como límite el aval de unos 13.000 euros, pero tras realizar una gestión la Federación Murciana con la Española, recibió la comunicación verbal de que no había ningún problema y podría presentar el mismo en el plazo de dos días, como así hizo. Sin embargo, horas más tarde se anunciaban los equipos inscritos, entre los que no se encontraba el Jairis ni el Almería, también afectado, y sí otros tres clubes que no se habían ganado los derechos deportivos en la pista.

El primer conflicto de la 'era Jorge Garbajosa' en la presidencia de la Española, por tanto, no tardó en estallar. Las dos entidades afectadas unieron sus fuerzas para dar a conocer la «injusticia», según todos los protagonistas. Jugadoras y simpatizantes de los clubes lanzaron a través de la red social Twitter una campaña con el hastag #AlmeríayMurciasomosLF2 que tuvo un gran eco en apenas cinco días, y las jugadoras del UCAM Jairis enviaron una carta a Jorge Garbajosa en la que exponían que «no somos estrellas, simplemente un grupo de chicas que aman este deporte y juegan por una cantidad ínfima», pero si su equipo finalmente no sale en competición se encontrarían no solo sin un sitio donde jugar, sino también «con el plazo de matrículas en otras universidades cerrados, por lo que muchas perderíamos un año de estudios», decían las diez jugadoras que componen actualmente el plantel.

Las campañas surtieron efecto y la Federación Española decidió retrasar el sorteo del calendario, previsto inicialmente para el 26 de julio. Garbajosa decidió entonces que si el 75% de los equipos inscritos aceptaban que el UCAM Jairis y el Almería fueran admitidos, la categoría se ampliaría, una condición que, sin embargo, no puso en la LEB Oro, cuando el organismo se encontró con más conjuntos que plazas previstas en la competición y decidió ampliar las mismas sin consultar con nadie: «Esta situación ha creado una situación de inestabilidad tanto a los que están dentro como a los que están fuera», dice el presidente del club murciano, Mariano Vivancos, quien espera que el martes, como se ha anunciado desde Madrid, se resuelva el contencioso.

El club de Alcantarilla, si el resultado final no favorece a sus intereses, ya tiene todo preparado para recurrir al Consejo Superior de Deportes e incluso a la justicia ordinaria.