Los jugadores del RCD Mallorca Óscar Díaz y Adrián Colunga acabaron el viernes a tortazos un entrenamiento en la ciudad deportiva del Fortuna Sittard. Durante el principio de la sesión, cuando estaban realizando un ejercicio de contacto sin balón, en el que el buen humor predominaba, el ex del Numancia le dio un fuerte golpe al asturiano, que se giró furioso y le devolvió el golpe con un puñetazo.

Ambos delanteros se enzarzaron en una pelea que rápidamente fue abortada por los compañeros, que tuvieron que intervenir con fuerza ante ese desagradable incidente.

Fue un momento de enorme tensión que interrumpió el buen ambiente que se respira en la concentración de pretemporada en Sittard (Holanda). Cabrero separó a Óscar Díaz y Culio a Colunga varios metros hasta que se tranquilizaron. El madrileño se tocó la nariz continuamente por si sangraba, pero no fue el caso. El técnico Fernando Vázquez ni siquiera intervino en ese momento porque estaba lejos de los protagonistas durante la refriega.

El preparador físico, Jaume Moll, ordenó seguir con el trabajo para no perder el ritmo con el que habían empezado. La cosa no fue a mayores y el entrenamiento transcurrió sin problemas. De hecho, cuando finalizó, dos horas después, los dos atacantes conversaron acerca de la riña y se dieron la mano firmando la paz.Era la mejor forma posible de reconocer los errores y tratar de recuperar la cordialidad entre ambos jugadores, que mantienen una buena relación. Eso sí, la desafortunada disputa elevó los nervios más de lo normal durante un ejercicio destinado a soltar los músculos.