­Los caminos de Alejandro Chavero y el Real Murcia se separaron ayer después de un idilio que ha durado 385 días y que desde hace un par de semanas amenazaba con romperse. El ´culebrón´ en el que se había convertido su situación en el club de la capital del Segura tocó a su fin con el desenlace que se vaticinaba: su llegada a la Ponferradina. Atrás quedaron episodios de rebeldía que comenzaron a escenificarse justo antes de que tocara a su fin la temporada 2015/2016, coincidiendo con la destitución de José Manuel Aira a las puertas de las eliminatorias de ascenso. Tras las vacaciones llegó su primer pulso a la entidad murcianista con un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, con el que dejaba patente sus «cero ganas» de incorporarse al trabajo a las órdenes de Paco García.

Después de dos semanas ejercitándose al margen de la plantilla a la espera de la resolución de su futuro inmediato, el centrocampista catalán convirtió en realidad el objetivo que ansiaba, cambiar de aires rumbo a un recién descendido a Segunda División B, que en las últimas fechas se metió en la relación del futbolista con el Real Murcia a pesar de que tenía contrato en vigor. La operación, sin embargo, no ha sido nada sencilla para el protagonista de la historia, que para conseguir su libertad ha tenido que abonar una cantidad económica a la institución a la que pertenecía. Un paso que se antojaba indispensable para dar por zanjadas las negociaciones ya que desde la Ponferradina se insistía, a través de su director deportivo, Tomás Nistal, en que ellos no podían pagar traspaso para llevarse al jugador.

Éste era uno de los «flecos» que apuntaban el pasado martes desde la junta directiva grana, pero no el único. Otro de los puntos giraba en torno a la figura de Álvaro Moreno, defensa central de 22 años que pertenece a la Ponferradina y por cuya llegada suspiraba el cuerpo técnico grana. Finalmente, el murciano se incorporará a las órdenes de Paco García en calidad de cedido por la escuadra leonesa, que además asumirá la practica totalidad de su ficha.

Con su aterrizaje en Nueva Condomina, el Real Murcia cierra el capítulo de incorporaciones en una parcela defensiva que compartirá con los laterales José Ruiz, Fernando Pumar y Paris Adot y los centrales Jaume Sobregrau, Fran Morante y Román Golobart. La temporada pasada demostró su valía en las filas del Recreativo de Huelva, que al igual que el equipo de su tierra compite en el Grupo IV de Segunda B y donde también jugó como cedido por la ´Ponfe´, disputando un total de 2.274 minutos repartidos en 26 encuentros, todos ellos formando parte del once inicial.

La cesión del zaguero murciano también figuraba en la lista de contraprestaciones exigidas para abrir la puerta de salida a Chavero, un futbolista que estaba llamado a desempeñar un papel importante dentro del plantel. Pero detrás de las conversaciones con la Ponferradina hay otras variables, ya que la entidad grana se ha asegurado una serie de premios en el caso de que el catalán alcance unos objetivos en su nuevo destino. Esta fórmula ya fue empleada por el Real Murcia en salidas como la de Saúl Berjón al Eibar o la de Albert Dorca al Zaragoza.

Una vez consumada la salida de Chavero y la irrupción en el vestuario de Álvaro Moreno, al puzzle del Real Murcia 2016/2017 solo le restan dos piezas, un centrocampista que sustituya a Chavero y un delantero centro, sin descartar la contratación de un interior para compensar las bajas por lesión de Titi y Germán.