La sala de prensa de Nueva Condomina se llenó ayer de elogios para recibir a Rubén Ramos, último fichaje del Real Murcia. Las palabras de Víctor Alonso, gerente de la entidad, y de Guillermo Fernández Romo, secretario técnico murcianista, nada más comenzar el acto de presentación del futbolista madrileño indicaban las grandes expectativas que ha puesto el club en la llegada del centrocampista de 27 años.

Si Víctor Alonso afirmaba que es una «apuesta importante», destacando «las ganas» que el madrileño «tenía por sumarse al trabajo», Romo se encargaba de definir a un jugador al que conoce desde «edad cadete». Y solo escuchando al responsable de la planificación deportiva se entiende que Rubén Ramos no será uno más en la plantilla de Paco García.

«Además de ajustarse al perfil que estamos buscando por su experiencia y su juventud, su mayor característica es que es de esos futbolistas que hace jugar al equipo, que consigue hacer mejores a los demás», explicaba el director deportivo murcianista, añadiendo que será importante tanto para crear juego como para ayudar a sus compañeros de ataque con el último pase. «Aunque nos falta algún retoque, con Ramos damos un paso adelante en la construcción del equipo», continuaba Romo.

Rubén Ramos es una apuesta personal del secretario técnico murcianista. Además de tener referencias del mediapunta desde «edad cadete», como él mismo precisaba a la conclusión de la rueda de prensa, el responsable grana también coincidió con el futbolista de Leganés en el Alcoyano hace dos temporadas (2014-2015). A la vez que Ramos era uno de los jugadores habituales en las alineaciones del conjunto alicantino, el ahora director deportivo murcianista se sentaba en el banquillo como segundo técnico de Óscar Cano.

Durante la presentación, el nuevo jugador del Real Murcia, que unos minutos antes había conocido a sus nuevos compañeros, agradecía todos los elogios, mostrándose feliz por formar parte de un «proyecto ilusionante». Aunque destaca por su polivalencia, pudiendo actuar tanto en el centro del campo como en posiciones más cercanas al ataque, el madrileño indicaba que «me siento más cómodo jugando en la media punta». Además, después de acabar la pasada campaña lesionado en el hombro, dijo que «en diez o quince días espero poder entrenar al mismo ritmo de mis compañeros».