Tras los Juegos de Londres quedó patente que el deporte femenino español había dado ese salto de calidad que tanto necesitaba. Ellas lograron entonces 11 de las 17 medallas para España, coparon portadas y entrevistas y eso, tan poco habitual en nuestro país, sirvió para que en los siguientes años los éxitos y los reconcimientos continuaran. Ahora, cuatro años después, algunas de ellas como Silvia Navarro (medalla bronce en balonmano) o Mireia Belmonte (plata en natación) regresan, con más experiencia, pero con las mismas ganas, a la cita olímpica. Para otras, en cambio, será su debut. Eso sí, tanto unas como otras han conseguido batir dos récords ya antes de que las medallas cuelguen de sus cuellos y los himnos empiecen a dejar patente su esfuerzo y calidad.

Se trata del mejor registro en participación absoluta que se eleva hasta 142 (cuatro más que en Atenas, 2004), así como de la representatividad respecto a los hombres. Esta, con un 46,7% se acerca por primera vez en la historia a la paridad y supone un cambio radical al escaso 8,7% de Los Ángeles, 84, donde solo compitieron 16 deportistas españolas.

Mucho ha costado llegar a estas cifras, no solo en entrenamientos, sino en conseguir ayudas, esponsors, presencia mediática y, en definitiva, todo aquello que provoca que puedan dedicar más medios y tiempo al deporte. Ahora, a pesar de que la situación aún no es paritaria en muchos aspectos, sí lo es casi en esta presencia.

«La valoracion de Londres fue buenísima e importantisima para el deporte femenino. Fue un sueño hecho realidad, mucho trabajo, mucha entrega y mucha ilusión», confiesa la portera valenciana de balonmano Silvia Navarro. Unas declaraciones que ratifica la histórica campeona de judo Isabel Fernández, que ahora es vicepresidenta del COE: «El papel de la mujer cada vez está más integrado y dando sus resultados. Ojalá que se iguale pronto con el número de hombres».

Tal vez esa paridad llegue en Tokio 2020, pero, hasta entonces, ellas seguirán luchando por conseguir unos resultados que, al menos, les den mas visibilidad: «La igualdad entre hombres y mujeres es relativa. Tradicionalmente en el deporte siempre se ha esperado menos de nosotras, Así que siento mucho orgullo al ver que la participación femenina ya está en una posición igualitaria en nuestro país y muy orgullosa también de los resultados en el deporte femenino», asevera la judoca Laura Gómez que se estrenará en la cita de Río.

Desde la sociedad también se valora esta presencia histórica que es un reflejo de todas esas mujeres que cada día salen a hacer deporte y rompen estereotipos. En esta línea, la presidenta de Nosotras Deportistas, Maravillas Aparicio, indica: «Los juegos son la gran oportunidad para todas de que sus éxitos tengan una gran visibilidad y sean celebrados y reconocidos». Y añade que «también puede ser una gran oportunidad para crear las estructuras deportivas, ligas y competiciones de nivel, en las que podamos disfrutar de su talento sin que tengan que irse a otros países».

Ahora, cuando falta cada vez menos tiempo para la ceremonia inaugural, ellas siguen entrenando duro con la esperanza no solo de lograr resultados, sino de que el foco mediático y social no se apague poco después de otra ceremonia, la de clausura. Si es así, toda la sociedad saldrá ganando.