El árbitro valenciano Mateu Lahoz tiene razones para estar contento por su actuación... en el aeropuerto de A Coruña el pasado 14 de mayo. Aquel día, horas después de dirigir desde el césped el partido Deportivo-Real Madrid, se erigió en el portavoz de los 166 pasajeros afectados por un retraso de más de 7 horas del avión de la compañía Vueling con destino a Valencia. Una odisea, contada en exclusiva por Levante-EMV, que se atenuó por la labor conciliadora y organizativa del colegiado de Algímia d'Alfara. Lahoz, junto a su equipo arbitral, fue uno de los perjudicados de aquella eterna espera.

El vuelo VY1274 debía de partir a las 20.45 horas, pero no aterrizó en el aeropuerto de Manises hasta las 5.30 del día siguiente, desplazamiento en autobús al aeropuerto de Santiago incluido. En medio de la confusión y la desesperación, el árbitro valenciano se erigió en portavoz y calmó los ánimos del personal (consiguió que se repartieran bocadillos pasada la medianoche). También fue quien decidió repartir hojas de reclamaciones, una iniciativa que ha resultado clave para que la historia tenga un final feliz.

Dos meses después, Lahoz, en su condición de portavoz, ha recibido una respuesta de Vueling. La compañía pide disculpas y ofrece 250 euros de indemnización a cada pasajero. El árbitro dispone de una lista de los pasajeros con sus nombres y números de DNI, pero nada más. Responderá en las próximas horas a Vueling para que sea esta compañía la que contacte con cada uno de los afectados vía email o telefónica, datos de los que dispone por cuestiones burocráticas a la hora de comprar el billete.

En todo caso, Mateu Lahoz, con la ayuda del Comité Valenciano de Árbitros, ha creado una cuenta de correo electrónico (cancelacionvueling@gmail.com) para que los afectados envíen sus datos para verificar quiénes han recibido la notificación. El árbitro va a dejar claro a la compañía que deben ser indemnizados los 166 pasajeros que deberían haber tomado el vuelo, y no los 144 que finalmente lo hicieron, incluyendo a la mujer que, junto a su marido, terminó desplazándose en ambulancia a Valencia por problemas de salud.