­Paco García no quiere un grupo amplio. El técnico del Real Murcia ya ha dejado claras sus prioridades. Prefiere una plantilla con veinte jugadores, reservando dos o tres plazas que, en caso de necesidad, podrían servir de premio a aquellos futbolistas del filial que vayan destacando a lo largo del campeonato. Según ha explicado el entrenador murcianista, que trabaja codo con codo en la confección del equipo junto con Guillermo Fernández Romo, lo normal es que no se completen las 22 fichas (dieciséis profesionales y seis sub-23) de las que disponen los clubes en Segunda B.

Esta decisión no resultará extraña en las oficinas de Nueva Condomina, y es que la pasada campaña, José Manuel Aira, que compaginaba las labores de entrenador y de director deportivo, también se mostró partidario de construir una plantilla reducida de veinte jugadores, lo que permitió que ninguno de los integrantes del grupo se quedase sin minutos. De hecho, Arturo, que fue el futbolista de campo menos utilizado, llegó a intervenir en 784 minutos.

Un año después será Paco García, según sus propias palabras, el que repita la estrategia, aunque, a diferencia del leonés, se espera que el murciano, conocedor de las bases granas, dé mucha más importancia a la cantera. Hace unos días, el técnico del Barrio del Carmen explicaba que incluso ya ha decidido qué jugadores del filial se sumarán dentro de quince días a la pretemporada del primer equipo, aunque esos nombres todavía no se han hecho oficiales.

Lo que sí está claro es que ahora mismo Paco García tiene dieciséis futbolistas en la plantilla, por lo que la prioridad, si finalmente se confirma que no se completarán las 22 fichas de las que se disponen, está en cerrar la línea defensiva y en dar algún retoque que ayude a aumentar la competitividad del grupo.

De esos dieciséis jugadores, entre los que se incluyen los fichajes del portero Diego Rivas, los centrocampistas Javi Saura y Adrián Cruz, y los atacantes Titi y Borjas Martín, cinco -Simón, Álvaro Marín, Arturo, Isi y Roberto Alarcón- tienen menos de 23 años. Así, los responsables de la parcela técnica del club grana aún disponen de cinco fichas profesionales y una para un jugador sub-23.

Después de cerrar la portería con la llegada del meta Diego Rivas, que competirá por hacerse con la titularidad con Simón Ballester, y de apuntalar tanto la delantera con el fichaje de Borjas Martín y la vuelta a la entidad de Roberto Alarcón, quien la pasada campaña estuvo cedido en La Hoya Lorca, como el centro del campo, los esfuerzos se centran en la defensa. Tras decidir no renovar a Tomás Ruso y a Eneko Satrústegui, el Real Murcia solo cuenta con Jaume Sobregrau como central, así que lo normal es que los siguientes refuerzos lleguen para esa posición. La duda está en si los responsables granas, al igual que hizo hace un año José Manuel Aira, se conformarán con dos incorporaciones o apostarán por tener más opciones y así cubrir cualquier imprevisto. Además, Fernández Romo también mira a la banda izquierda, donde solo aparece Fernando Pumar como lateral y Chavero como extremo.