El cardiólogo que ha atendido en las últimas horas a Rafa en el hospital Santa Lucía de Cartagena le comunicaba a la familia que la evolución del joven futbolista -ingresado en la UCI- está siendo positiva hasta ahora, aunque no han transcurrido aún 48 horas después de lo sucedido y aún tiene que estar en observación al menos otras 24 horas más. Eso sí, confía en que no le quedarán secuelas después del grave incidente que padecía en el campo de fútbol. Argumentaba que la rápida atención que le dispensaron sobre el césped del Sánchez Luengo puede haber resultado crucial para que todo vuelva a la normalidad, aunque habrá que esperar para saber cómo transcurren las horas y su evolución.

Una arritmia maligna, causa de su desplome en el campo, estuvo a punto de causar la muerte de Rafa, pero tuvo la suerte de encontrar a gente en el campo que supo cómo actuar y lo hizo con celeridad, lo que facilitó que no derivase hacia el drama.

Popi, su entrenador, lo describe como el «momento más traumático que he vivido en un campo de fútbol. Es algo que no se lo deseo a nadie. Vi a todos mis jugadores llorando y si cuando lo ves en televisión ya te estremece, en el campo en vivo es mucho peor aún».

«Lo salvaron el médico y el desfibrilador», afirma con rotundidad Antonio Tudela, presidente del CD Algar, equipo del futbolista accidentado. «Hay que darle las gracias al médico y a las personas que estuvieron junto a él. Lo atendieron de maravilla. Ahora esperamos a que todo acabe bien y que el chico se recupere rápido», añade.