Cuando un aficionado del Cartagena piensa en Fernando Rodríguez (Sevilla, Pilas, 1987), la imagen que se le viene a la cabeza es su gol al Barcelona en la eliminatoria copera de 2013. Aquello no tuvo trascendencia en el partido (los del Tata Martino remontaron con cuatro goles), pero esos minutos por delante del marcador quedaron para el recuerdo en la memoria de todos los seguidores. El conjunto albinegro cubre una necesidad básica con el regreso del pileño: además de contar con un goleador en la plantilla, Fernando representa un trozo en la historia del club por ese gol al Barcelona. Fernando es recordado con emotividad.

Es por eso que él siempre ha estado en la agenda del propietario del club, Paco Belmonte: lo intentó traer en el mercado de invierno y fue imposible que se desvinculara del Reus, equipo con el que ha conseguido ascender a Segunda y donde ha jugado menos de lo que hubiese deseado (921 minutos y 3 goles). Tanto el club como la propia afición son conscientes de que sus cifras en el Hércules y en el equipo catalán no son muy halagüeñas, o no al menos comparables con los números de su primera etapa en el conjunto albinegro: en la temporada 2013/14, a las órdenes de Luis García Tevenet, marcó un total de 20 goles, los que catapultaron a ese equipo al tercer puesto, por debajo del Albacete y La Hoya Lorca.

Pero hay un motivo que hace pensar que la estadística del pileño puede cambiar: el ambiente del que va a estar rodeado es el idóneo. Fernando encontró comodidad en Cartagena, dejó muchas amistades e indudablemente todavía tiene a Jesús Limones, un amigo inseparable desde que coincidieron en Lucena en 2012. Una de las cosas que más demandaba la afición era precisamente la figura de un goleador, y la de Fernando, desde el primer día que empezó a sonar, siempre fue vista con buenos ojos: parte de los seguidores albinegros que se manifestaron ayer por las redes sociales mostraron su agrado por el refuerzo; Fernando dejó huella con ese gol a Pinto y siempre ha estado presente.

La vuelta de Fernando era un secreto a voces que poco a poco fue cobrando fuerza, hasta el punto de que el propio Belmonte no dudaba en confirmar su interés por el delantero de Pilas . «Su llegada no es inminente, no es cuestión de uno o dos días, pero se va a cerrar esta semana», dijo el lunes en declaraciones a LA OPINIÓN.

Lo cierto es que el fichaje se ha cerrado justo cuando más deseaban en el club: antes de la presentación de la campaña de abonados, que tendrá lugar el lunes a las siete y media de la tarde en la planta de deportes del El Corte Inglés. La idea es que este refuerzo sea un catalizador, una especie de reclamo que haga reaccionar a aquellos indecisos que todavía no saben si seguir o no al equipo dirigido por Alberto Monteagudo. Por si acaso eso no fuera suficiente, Belmonte y el mánager general, Manuel Sánchez Breis, tienen previsto anunciar el lunes unos precios al alcance de todos los bolsillos. De momento, la idea es superar a las más de 5.500 personas que se apuntaron la temporada pasada.

Un equipo ultraofensivo

Para estar a mediados de junio, el día a día en el Cartagena mantiene un ritmo constante: mientras que los abonos se presentan el lunes y los procesos de captación para las bases han finalizado, el primer equipo ya tiene trece componentes, contando a un Álex Jiménez al que lo más probable es que se le busque una salida.

A falta de más de dos meses para el comienzo de la competición liguera, el conjunto albinegro ya ha conseguido reunir a un importante número de jugadores de perfil ofensivo: los renovados Juanlu y Cristo; Chus Hevia y Sergio García, que ya tenían contrato en vigor; y los dos exalbinegros procedentes del Reus, el extremo Óscar Rico y el delantero Fernando.

Pero los refuerzos ofensivos no acaban ahí, ya que en los planes de Belmonte todavía entran los fichajes de al menos un delantero más, dos pivotes o un organizador (está por ver qué decisión toma Quique Rivero), un extremo sub-23 y un central que también haga las funciones de lateral izquierdo, un puesto que no puede desempeñar el canario Ayoze Placeres, cada vez más lejos de continuar ligado a la entidad cartagenerista.