Costó, se sufrió mucho, pero los penaltis llevaron al UCAM Murcia CF a su proclamación como campeón de Segunda División B. Que esta eliminatoria de triunfadores se convirtió en una pachanga desde el minuto 1 quedó refrendado durante los 210 minutos que duró el choque de vuelta, prórroga incluida.

En los prolegómenos del encuentro, hubo pasillo del Reus al UCAM al saltar al terreno de juego, reconocimiento de honores para los héroes del ascenso universitario.

El partido en sí tuvo poca historia. El marcador, sin un solo gol que llevarse a la vista tras dos encuentros completos, reafirmó que los equipos se quedaron en los festejos tras culminar sus respectivos ascensos a Segunda División.

La primera parte del choque de vuelta fue calcada a la de ida. Hubo una ocasión clara para cada equipo, y en ambos casos, con el mismo tipo de ejecución.

Para el UCAM, fue Tekio quien tras un excelente desplazamiento en largo de Julio De Dios -gran primera parte del jienense en el centro del campo universitario- se plantó dentro del área y disparó demasiado cruzado sobre la portería de Edgar Badia. Por parte del Reus, fue Cassamà el que puso el centro desde la derecha, Marcelo falló en el despeje y Biel Ribas, con la manopla derecha, atajó el peligro con una intervención de muchos reflejos.

La segunda mitad comenzó con muchas complicaciones para el UCAM. La expulsión de César Remón por doble cartulina amarilla supuso un jarro de agua fría para las aspiraciones universitarias, ya que desde el minuto 54 el UCAM jugó con un futbolista menos y se vio obligado a replegarse sobre el campo.

El UCAM, que hasta ese momento contenía muy bien la posesión y frenaba el juego y el buen hacer de los visitantes Ramón Folch y Vítor Silva, estrechó sus líneas y dibujó el planteamiento hacia el contraataque. Fue por ello que Salmerón dio entrada a Isi Ros y Pallarés, y aunque hubo un par de acercamientos peligrosos por parte del UCAM, falló ese último pase.

El Reus tuvo dos buenas ocasiones para alterar el marcador. Primero fue Ángel el que falló totalmente solo dentro del área tras un cabezazo a bocajarro en el que Biel Ribas atrapó de forma felina y acrobática. Posteriormente, una falta desde el vértice derecho del área botada por Édgar Hernández se marchaba buscando la escuadra del arco defendido por el portero universitario.

El Reus tomó el control del juego, pero sin profundidad ni velocidad que alterasen el poderío defensivo del mejor equipo de la categoría en esa faceta.

La prórroga prosiguió con la misma tónica, pero con dos acciones que pudieron cambiar claramente el devenir del encuentro.

Primeramente, una ocasión de Álex Colorado que escupió la madera: el envío de Ángel en diagonal desde el costado izquierdo sobrevoló a todos los jugadores para desembocar en el vértice derecho del área del UCAM. Colorado la empaló con violencia, y el cuero salió recto directo hacia el travesaño. Al UCAM le iluminó la fortuna en forma de madera.

Poco después, Nono II, con una entrada totalmente a destiempo y mucho más que innecesaria, dejó a sus compañeros con uno menos. El UCAM se quedaba con nueve para la tanda de penaltis, y sin dos lanzadores excelsos como Remón y Nono II.

Pero fue en la tanda donde un tipo que se puede catalogar como el salvador de este UCAM volvió a aparecer, como ha hecho durante muchos partidos, para poner el broche de oro con una parada soberbia en la tanda de penaltis.

Costó, pero este UCAM, por cabezonería y ayuda divina, rugió junto a su afición, vitoreó, y puso un granito de arena más en los cimientos de esta bella historia.