El alero LeBron James no fue el máximo encestador, le dejó esa distinción al ala-pívot Kevin Love, pero si fue el líder que guió a los Cavaliers de Cleveland a un triunfo contundente por 116-78 ante los Raptors de Toronto en el quinto partido de las finales de la Conferencia Este de la NBA que ahora dominan por 3-2 al mejor de siete.

Después de haber perdido los dos partidos anteriores disputados en el Air Canada Centre de Toronto, donde el viernes se va a jugar el sexto de la serie, los Cavaliers regresaron al suyo del Quicken Loans Arena de Cleveland y recuperaron de inmediato el poder ofensivo y defensivo, mientras que los Raptors sufrieron la mayor humillación en los playoffs.

Desde que llegó a la NBA como equipo expansión, en 1993, los Raptors nunca habían estado 30 puntos por debajo en el marcador al irse al descanso tanto en partidos de competición regular como de playoffs.

Si el primer partido de la serie perdieron por 31 puntos, la mayor diferencia lograda por los Cavaliers en un partido de playoffs, esta vez fueron 38 en su contra.

James sólo jugó 32 minutos, pero suficientes a la hora de anotar 10 de 17 tiros de campo, incluidos 2 de 4 triples, y acertó 1 de 3 desde la línea de personal.

Los Cavaliers en la primera parte ya tenían a su favor 34 puntos de ventaja y nunca bajaron el ritmo del juego ni el dominio de las acciones dentro de la pista.