La rodilla derecha vuelve a dejar a Eneko Satrústegui en el dique seco. El central, que ha sufrido dos graves lesiones en el cruzado, se retiraba el pasado domingo en la primera parte del choque ante el Toledo en el Salto del Caballo con unas molestias que, según el parte médico, le harán parar entre dos o tres semanas, aunque, dada la lesión que han confirmado las pruebas médicas a las que fue sometido el lunes, lo más probable es que el defensa ya no pueda volver a entrar en los planes de Acciari independientemente de que los granas sigan avanzando rondas en el play off de ascenso a Segunda.

Según el parte médico dado ayer por el Real Murcia, Satrústegui sufre «un esguince de ligamento lateral interno e inflamación del menisco interno de su rodilla derecha». La situación no es nueva para el central murcianista, que a finales de 2014, solo tres meses después de aterrizar en Nueva Condomina, veía como la rodilla derecha le volvía a jugar una mala pasada. Los médicos intentaron un tratamiento conservador para evitar que el futbolista pasase por el quirófano de nuevo -ya lo hizo en 2013 cuando jugaba en el Osasuna-, pero finalmente al central navarro no le quedó otra que someterse a una intervención que le tuvo fuera de los terrenos de juego hasta el mes de mayo, cuando recibió el alta médica.

El Real Murcia decidía en verano dar una nueva oportunidad al futbolista, renovándole por una temporada. En esta campaña ha alternado la titularidad con la suplencia, no ganándose nunca el título de indiscutible. En las dos últimas jornadas, motivado por las bajas por sanción de Tomás Ruso, primero, y de Jaume Sobregrau, segundo, el central pamplonés recuperaba un puesto en el once, pero en el minuto 32 del choque ante el Toledo, la rodilla volvía a dejar KO a Satrústegui. «El jugador está preocupado», decía Acciari nada más concluir el partido. Y es que los antecedentes no son nada buenos para un futbolista que ya se ha enfrentado dos veces a la dura experiencia de tener que recuperarse de una lesión del ligamento cruzado.