ElPozo ha dicho adiós a la temporada. Se despide de ella antes de lo previsto y cuando las mieles del éxito conseguido en la Copa del Rey todavía estaban tanto en los labios de los jugadores como en las retinas de los aficionados. Sin embargo, se solaparon triunfo y derrota y los de Duda dijeron adiós en la primera ronda de los play off por el título tras caer con el Magna por 3-4 en un choque en el que los murcianistas nunca llegaron a encontrarse cómodos y encajaron un tanto a falta de cinco segundos para la conclusión, fruto de un despiste impropio de un club grande, que pone fin a un curso lleno de altibajos.

Que ElPozo no esté en la segunda ronda es algo que, con anterioridad y con el técnico hispanobrasileño en el banquillo, solo había sucedido una vez y fue hace cinco temporadas. Es una despedida amarga, tanto para los seguidores como para el equipo y para unos jugadores como Lima, José Ruiz y algún otro, como posiblemente un Adri que desveló que ve complicada su continuidad, que dejarán la escuadra de la capital del Segura en un año que puede tildarse de fracaso. Si no en la amplitud del término sí en los detalles que implica. Y es que aunque hayan conseguido la Copa del Rey y lograsen estar en la final de la Copa de España, lo cierto es que no haber accedido como mínimo a semifinales es para valorar el curso con un aprobado justo a tenor de la importancia de la entidad.

El choque exigía darlo todo y más. Era el partido para dar un paso al frente, enseñar la clase y la templanza y demostrar el por qué de su estatus como grande del fútbol sala. Pero todo iba a quedarse sobre el papel. Y eso que el encuentro no pudo comenzar de mejor manera para ElPozo, que a los treinta segundos ya iba por delante en el marcador gracias a un gol de Adri. Sin embargo, poco o nada duraría la alegría para los locales ya que el Magna remontó con dos goles consecutivos obra de Araça y Rafa Usín. En un inicio trepidante, ya se habían visto tres tantos en tres minutos y los de Duda, que habían saltado a la pista tratando de seguir el guion del encuentro anterior, se encontraban ahora con la necesidad de remontar con apremio para evitar que su rival se hiciese con el control del choque.

Hubo muchos errores defensivos y en el pase que dieron alas a los navarros, que iniciaban contragolpes cada vez más peligrosos. Los locales se mostraban erráticos en la circulación de balón ante un rival mucho más vertical y que parecía tener las ideas más claras. La escuadra de Imanol Arregui llegaba y, sin contemplaciones, golpeaba mientras que ElPozo quería conservar la pelota y hacer daño elaborando jugadas largas. Faltaba parte de la pegada mostrada en el choque anterior.

Los murcianistas lo intentaban, pero no estaban finos de cara al gol. El Magna dejaba hacer a los de la capital del Segura confiando en su defensa, y se valían de balones largos hacia el pívot para inquietar a Fabio.

El juego se detenía con asiduidad, algo que beneficiaba a los visitantes quienes buscaban que ElPozo no pudiese coger el ritmo de un encuentro que parecía ingobernable. Además, la buena fortuna se alió con el Magna, que hizo el tercero antes de terminar la primera parte con un disparo de Usín que tocó la espalda de Matteus, despistó a Fabio, y se alojó en el fondo de las mallas. Mucho debían cambiar las cosas si los locales querían poner un pie en semifinales.

ElPozo estaba a veinte minutos de acabar la temporada cuando se inició el segundo acto. Y la suerte que fue esquiva en el primer periodo se alió con los de Duda en el segundo cuando Lima sacó un centro que tocó en Víctor para colarse en la meta navarra. La escuadra murciana se volcó sobre la meta contraria consciente de que era poca la diferencia que le separaba de su rival en el marcador y sabiendo que se podía acabar el curso esa misma mañana. Entonces, Roberto Martil fue expulsado y los locales aprovecharon la superioridad para igualar el choque por medio de Jê. ElPozo había sabido sufrir y, con el encuentro empatado, dio un paso al frente. No iba a claudicar ante los suyos a las primeras de cambio.

Entonces, el Magna se la jugó. Demostrando valentía y faltando menos de cinco minutos, salió Araça como portero-jugador para intentar llevarse el partido. Sin embargo, los locales aguantaron al equipo visitante y arrancando un suspiro de la grada cuando Miguelín disparó contra el larguero en el último minuto. Y a cinco segundos del final, cuando los jugadores murcianistas se organizaban para el saque de una falta, Magna sacó rápido desconcertando a los de la capital del Segura para que Saldise hiciera un gol que acaba con un año algo apático que deja la sensación de que ElPozo nunca ha llegado a encontrarse consigo mismo.