Los acontecimientos se han sucedido con absoluta normalidad, a lo largo de la semana en el seno del UCAM Murcia, cuya plantilla continúa con sus cinco sentidos orientados al encuentro de mañana frente al Castilla, correspondiente a la ida de la eliminatoria de campeones de Segunda B. La calma tensa en la que había vivido el club desde que el sorteo del pasado lunes desveló el nombre del rival, sin embargo, se vio alterada ayer a mediodía, concretamente a las 14.00 horas, después de que, a través de una circular emitida a última hora, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) fijara la vuelta para el lunes 30 de mayo, cuando estaba a punto de finalizar el plazo para cerrar los encuentros del próximo fin de semana.

«A través de la Circular nº48 de la presente temporada, que publicaba el resultado del sorteo correspondiente a la primera eliminatoria de la segunda fase del Campeonato Nacional de Liga de Segunda División B, se indicaba, en el apartado 8), que el correspondiente a la segunda tendría lugar el lunes día 30 de mayo de 2016, a las 16.30 horas», reza el primero de los párrafos de una notificación que provocó un enfado de dimensiones mayúsculas en la entidad presidida por José Luis Mendoza.

Las razones esgrimidas por el ente federativo nacional a la hora de justificar esta decisión son, según se puede leer en la mencionada carta, «la disputa de la Final de la Champions League entre dos equipos madrileños y los actos posteriores de la celebración del título, así como las circunstancias derivadas de carácter organizativo, logístico y de seguridad». A estos argumentos se agarra para «autorizar el aplazamiento del partido de esta segunda fase de Segunda División B, entre los clubs Real Madrid-Castilla y UCAM Universidad Católica de Murcia al mismo día lunes 30 de mayo».

La imposición de una nueva fecha para el partido que decidirá el vencedor del pulso contra el filial madridista no ha caído en saco roto para los dirigentes del campeón del Grupo IV de la categoría de bronce, que han puesto en marcha su maquinaria jurídica para elaborar un recurso que presentarán a la propia Federación para solicitar que el choque frente al conjunto merengue se juegue un día antes, el domingo 29 de mayo. En el caso de que la RFEF no atienda la reclamación, todo serán desventajas para el UCAM, que en el caso de ser eliminado por el Castilla apenas dispondría de tiempo para llegar en plenitud a la siguiente eliminatoria, con el consiguiente perjuicio añadido para los aficionados, que se desplazarían en menor medida a la capital de España si se mantiene la fecha del lunes 30. Además, el resto de equipos se verían condicionados debido a que el sorteo de la siguiente fase no se celebraría hasta el martes.