El colombiano Esteban Chaves (Orica), 'El Chavito', fue el más grande en la etapa reina del Giro de Italia, disputada entre Alpago y Corvara, de 210 kilómetros, en la que el holandés Steven Kruijswijk (Lotto Jumbo) arrebató la maglia rosa de líder al costarricense Andrey Amador.

En una jornada épica Chaves, de 26 años, fue el más rápido en un final trepidante en el que batió al esprint al holandés Kruijswijk, al austríaco Stefan Priedler (Giant) y a su compatriota Darwin Atapuma (BMC), después de una jornada de desgaste que terminó en 6h.06.16.

Un día difícil para los favoritos, pues Vincenzo Nibali entró en meta a 37 segundos y otros, como Alejandro Valverde y el líder costarricense Andrey Amador, a más de 3 minutos. Un día aciago para el Movistar, fuera del podio y sin el maillot rosa.

Steven Kruijswijk sacó tajada de la jornada de alta montaña. Otro holandés, después de Tom Dumoulin, se vistió de rosa. Ahora defenderá la prenda en la contrarreloj del domingo con 41 segundos sobre Nibali y 1:32 sobre Chaves. Ahora, Valverde es cuarto a 3:06 y Amador pasó al quinto lugar a 3:15.

La etapa reina del Giro en los Dolomitas fue un desafío desde el banderazo de salida. Con seis puertos por delante concentrados en 100 kilómetros y 5.400 metros de desnivel acumulado cualquier maniobra de riesgo se acercaba al suicidio. Pero en el ciclismo valientes nunca faltan.

Casi de salida, y camino del primer coloso del día, el Pordoi (1a, km 84), ya se formó una numerosa escapada que inició el italiano Damiano Cunego y a la que se apuntaron más de 30 corredores, entre ellos los españoles Rubén Plaza (Orica), David Lopez (Sky) y David de la Cruz (Etixx).

David López atacó en el Sella (2a, km 106). Otro intento del Sky después del triunfo de Mikel Nieve. El vizcaíno conquistó la cima Pantani, en el punto más elevado de la etapa, a 2.244 metros y luego le cazaron los perseguidores.

López dio el relevo al veterano Rubén Plaza, de 36 años, quien intentó una de sus clásicas aventuras a 90 de meta. El ciclista de Ibi eligió el papel de Quijote y se echó al monte. Coronó el Passo Gardena (3ª, km 117) y el Campolongo (2ª, km 132), pero la locura se convirtió en cruda realidad en el Giau (1ª).

El bielorruso Siutsou (Dimension) tensó en la persecución y junto al colombiano Atapuma (BMC) enganchó a Plaza, ya hundido, a 45 de meta, aún lejos de la cima.

El gigantesco Giau, con sus temibles 10 kilómetros al 9 por ciento, fue una prueba de desgaste. En el grupo principal tomó el mando el Astana, con un Nibali inseparable de Michele Scarponi. El grupo azul celeste seleccionó el grupo. Movistar se quedó con Valverde a rueda del "Tiburón" y fulminó, en principio, a la maglia rosa Andrey Amador.

En la cima del Giau, en medio de un espectacular paisaje nevado, Siutsou y Atapuma cruzaron juntos la pancarta, con los perseguidores a 4 minutos y el grupo de Nibali-Valverde a 5. Amador, hundido, a 57 segundos. Se esfumaba el sueño rosa para Amador con 37 kilómetros aún por delante, pero el ciclista "tico" se jugó el pellejo en la bajada y logró enganchar de nuevo.

Aún restaban dos pesadillas: el Passo Valparola (2ª, km 190) y un muro terrible, ya en Corvara, con rampa del 19 por ciento. El puerto tuvo dos batallas. Atapuma atacó por la etapa; y en la gestión de la general Nibali soltó un latigazo que dejó clavado a Valverde. Solo respondieron el colombiano Esteban Chaves y el holandés Steven Kruijswijk. Un trío con intereses comunes para colaborar.

Solo fue el inicio de las hostilidades de los jerarcas de la general, pues Kruijswijk, el "tapado", quemó la traca en plena ascenso del Valparola. Al despegue se sumó Chaves, pero no Nibali, que quedó aislado, sin compañía alguna. Peor lo tenía Valverde, que viajaba a 2 minutos.

Atapuma coronó en solitario con medio minuto sobre Chaves y Kruijswijk, 1:05 sobre Nibali y 3:10 respecto a Valverde. En la bajada el italiano no fue capaz de imponer su poderío para unirse a sus rivales directos y el colombiano ya estaba a tiro de piedra.

El llamado "Muro del gato" debía decidir la suerte final de la etapa reina de los Dolomitas. Atapuma se vino arriba como un felino, con la gloria al alcance de la mano. Lo dio todo el colombiano, escapado de salida, pero a 2 de meta acabó su dulce sueño.

Chaves, Kruijswijk y el recién llegado Priedler se jugaron la corona en Corvara junto a Atapuma. Héroe sin premio. Finalmente atacó Priedler, que parecía que iba a ganar sin apuros, pero arrancó Chaves para levantar los brazos en campeón.

El ciclista bogotano, quinto en la Vuelta 2015 y ganador de 2 etapas (Caminito del Rey y Cazorla), vistió de líder algunos días y ahora en el Giro ha logrado "un triunfo especial, con el que sueña cualquiera".

Este domingo llega otra jornada clave del Giro, la cronoescalada de 10,8 kilómetros entre Castelrotto y Alpe di Siusi.