El UCAM Murcia se encontrará el domingo una olla a presión en el pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada. El club madrileño lleva preparando desde hace varias semanas el enfrentamiento ante los murcianos y en solo unas horas agotó las localidades que puso a la venta para el público en general pese a que el precio era de 30 y 20 euros. Por tanto, las 5.700 localidades que tiene el recinto estarán ocupadas y solo 160 han sido las destinadas a los seguidores murcianos, que el martes ya habían adquirido todas las entradas.

En el equipo de Fotis Katsikaris esperan que toda la presión la tengan los locales. «Es una situación idónea para nosotros, pues la presión la tienen ellos en su casa y si hacemos nuestro trabajo, como hemos hecho en las últimas jornadas, esa presión se puede volver en su contra», apuntó ayer en rueda de prensa el pívot Yannick Moreirapívot grana, quien también señaló que «por supuesto que me gustaría seguir en el equipo la próxima temporada, pero no me han dicho nada al respecto ni a mí ni tampoco a mi agente. Yo he venido en principio para un mes y me centro tan sólo en el próximo partido y en acabar la Liga lo mejor posible».

Los jugadores del Fuenlabrada, por su parte, tratan de quitarse de encima la presión que tienen. «El objetivo del play off no era el nuestro al inicio de temporada, ¡cuántos equipos firmarían por estar en esta situación! Hay que disfrutarlo, venir a pasarlo bien sabiendo que va a ser un partido duro e intenso en el que nosotros lo vamos a dar todo y la afición también", declaró ayer Chema González, pívot del conjunto de Jota Cuspinera, quien calificó al UCAM Murcia como «un equipazo» y que «tiene jugadores de calidad y van a venir aquí a ganar porque querrán quedar séptimos para meterse en competición europea», agregó.