El futuro más inminente del Real Murcia vivió ayer un capítulo más que esperado. Después del sorteo que se celebró ayer en la Federación Española, en la cabeza de todo el murcianismo solo está el Toledo, un equipo que dirige el exmurcianista Onésimo desde el banquillo y que será el primer obstáculo de los granas en las tres eliminatorias que debe de superar para culminar el sueño de regresar a Segunda División. Así, el primer choque de esta eliminatoria a doble partido será el próximo domingo en el Salto del Caballo, a las cinco y media de la tarde y televisado por La 7. Este encuentro será la primera prueba de fuego para el Murcia que va a dirigir José Luis Acciari en el play off tras el despido de José Manuel Aira a una jornada de la fase de ascenso.

Los jugadores del Murcia no tenían ninguna preferencia sobre ninguno en concreto, pero la noticia de que sea un desplazamiento accesible para la afición fue muy bien recibida por el vestuario murcianista, ya que en estos partidos siempre se agradece el apoyo desde las gradas. Y el partido del domingo solo será el primer capítulo de una novela que tendrá su siguiente entrega una semana después, con el choque de vuelta en la Nueva Condomina, que dejará a uno de los dos aspirantes fuera de combate a las primeras de cambio. El Toledo ha conseguido la clasificación para el play off en la última jornada casi de carambola y los de Onésimo han sido inteligentes a la hora de trasladar el cartel de favorito al Real Murcia, aunque la realidad es que en el conjunto grana no se dan ni mucho menos como favoritos.

El jefe del banquillo del Toledo, en una entrevista concedida ayer a Onda Regional, explicó que «el Murcia es muy buen equipo, aunque es verdad que ha sufrido un bajón en las últimas jornadas y por eso perdió el liderato. Nosotros hemos hecho una buena temporada y ahora sabemos que el Murcia es el favorito, pero nosotros también tenemos que competir con nuestras armas».

Y es que en el banquillo del Murcia, Onésimo se va a encontrar el domingo con dos caras muy conocidas, «amigos», como él mismo reconocía ayer. Y es que se va a producir la circunstancia de que tanto Acciari como Óscar Sánchez, quien continúa como segundo técnico a pesar del despido de Aira, fueron dos de los jugadores que estuvieron a las órdenes de Onésimo en la recta final de la campaña 2012-2013 en la que los granas certificaron la permanencia en Segunda gracias a una victoria ante Las Palmas con un gol de Matilla que todavía se recuerda.

Ahora son muchos los interrogantes que se abren para un partido donde comienza la auténtica hora de la verdad, donde un mal día puede ser ya un lastre demasiado pesado para el partido de vuelta y donde uno bueno también tiene los problemas de la excesiva relajación. El domingo en Algeciras, en el primer choque de Acciari al frente de la nave grana, aparecieron jugadores que llevaban tiempo en segunda fila como Rafa de Vicente y Sergi Guilló, futbolistas que con Aira llevaban demasiadas jornadas sin disfrutar de una pizca de protagonismo. El partido de Algeciras pudo ser un plan del entrenador argentino para darle descanso a algunos jugadores como podía ser el caso del delantero Carlos Álvarez, aunque en este sentido parece que la suplencia del ´9´ grana fue más bien un castigo, ya que otros jugadores con necesidad de descansar como Germán y Chavero sí fueron de la partida inicial en el Nuevo Mirador.

Y es que Acciari tiene ahora por delante el reto de superar tres eliminatorias a doble partido, ya que las opciones de jugarse el salto de categoría en una ronda se esfumaron el día que los granas perdieron el liderato en favor de un UCAM que, de caer en la ronda de campeones, podría darse el caso de que, si el Murcia supera los dos primeros rivales, los dos equipos de la capital se vieran las caras en una hipotética tercera ronda para luchar por el último billete que quedaría libre para el fútbol profesional.

El siguiente paso que le falta por conocer a los aficionados granas es saber qué precios va a decidir el nuevo consejo de administración para el choque de la semana siguiente, el de vuelta, ya que en principio parece lógico que vaya a disputarse el domingo día 29, teniendo en cuenta que la tarde de antes, la del sábado 28, se celebra la final de la Champions League entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid en Milán, por lo que no sería el mejor escenario si la idea efectivamente es llevar cuanto más público mejor a las gradas de la Nueva Condomina.