Sonia Ruiz Escribano (La Unión, 6 de mayo de 1981) es una jugadora internacional de baloncesto en silla de ruedas que, junto con su pareja, el también jugador Alberto Carrión, han fundado una escuela en Murcia para formar a la gente desde la base. «'Yo soy jugadora de la Región y cuando tuve al accidente me tuve que ir. Llevaba fuera de casa quince años, le dije a Alberto que montáramos algo aquí y cuando terminó la temporada pasada volvimos a Murcia y creamos la escuela'», explicó Ruiz. «'Rechazamos muchas ofertas y en noviembre empezó a rodar el club deportivo», añadió.

La escuela ha tenido como primer escenario Casillas, pero ahora se va a trasladar a la ciudad de Murcia al acoger esta iniciativa el colegio Capuchinos, donde se van a celebrar los entrenamientos, los martes y los jueves, de siete a ocho y media. Actualmente en sus filas cuentan con siete jugadores y no hay límite de edad. «Solo hay que tener ganas de practicar. Nuestra idea es tener una cantera para formar a la gente desde la base», comentó la murciana. Los propios chicos que acuden a entrenar están echando una mano en sacar adelante el proyecto y además disponen de la colaboración de algunas empresas como el concesionario Herrero y López, la asociación Centauro, McDonald's y Juguettos. También cuenta con la ayuda de la Comunidad Autónoma y de Ortomol, su único patrocinador hasta el momento. «Estoy segura de que cuando vean el esfuerzo que hay detrás de la gente, muchos se subirán al carro de este proyecto tan bonito», señala Ruiz. Para inscribirse es necesario ponerse en contacto con los responsables del club.

En la corta trayectoria de este club deportivo, se puede afirmar que ya ha conseguido grandes logros, como es el de organizar la Final Four de la Liga Nacional División de Honor, que se disputará en el pabellón Príncipe de Asturias el 14 y 15 de mayo. Todo un hito para el CB Murcia BSR, que le ganó la candidatura a Ilunion de Madrid, equipo vencedor durante las diez últimas campañas. «Es la primera vez que se organiza algo tan fuerte aquí y queremos demostrar que somos gente seria, con muchas ganas», recalcó Ruiz.

«Hace unos años hubo un equipo, el Polaris, pero solo éramos dos personas de Murcia y desapareció porque no se apostó por ello», dijo la jugadora de La Unión, además de recalcar que su objetivo a corto plazo no es otro que «fomentar el deporte adaptado y que lo conozca toda la población». «A largo plazo la meta final es sacar un equipo a competición», planteó. Sonia Ruiz incidió en la importancia de formar a la gente desde el inicio: «Hay que enseñar a la gente desde el principio, no queremos que jueguen porque sí. Esto es un paso súper importante porque hay pocas comunidades que están apostando por las escuelas», añadió.

Por otra parte, cabe destacar que también se involucran en otras actividades como ir a los colegios a dar charlas y realizar concursos de dibujo para los niños. «El segundo día, desde que empezamos, fuimos a dar una charla en Monteagudo y fue una jornada totalmente inclusiva donde todos los niños se pusieron a jugar. Casi se me saltan las lágrimas al recordarlo», relató con ilusión Ruiz y remarcó además que «el deporte en equipo es vital ya que te ayuda a creer en ti mismo, te aporta confianza, disciplina y compañerismo».

Los proyectos no terminan aquí, puesto que Sonia y Alberto tienen en mente crear una escuela multideporte. «Ese es el siguiente paso, en cuanto termine la Final Four», explicó la internacional española.

En cuanto a su faceta individual, la unionense compagina su papel como jugadora en el Elche, junto con el de entrenadora en el CB Murcia BSR. «Me mantengo en los dos roles, porque se me hace difícil no escuchar el silbato del árbitro». «Mi próxima meta es clasificarnos para el Europeo, después para el Mundial de Hamburgo en 2018 y luego para los Juegos Olímpicos de Tokio que se celebrarán en 2020».