Es posible que no a todo el mundo le guste pero lo cierto es que ha traído buena suerte. Hablamos de la camiseta que pudo estrenar ElPozo con motivo de la final de Copa del Rey y en la que estaba serigrafiado un plato de jamón. Chocó a primera vista, algunos miraron sorprendidos valorando si era o no de su agrado, pero seguro que todos firmarían que se quedase como elástica perpetua si con ello se mantuviese la estadística inmaculada con la que hizo su estreno. Porque romper la mala racha en cuanto a títulos bien merece que sobre la camiseta murcianista haya un jamón o un filete de pavo si ello supone alzar un trofeo. Lo que sea.

Lo seguro por el momento es que el club la portará hasta final de temporada, por lo que puede que volvamos a ver al conjunto 'jamonero' levantando otra copa -la de la liga- mostrando en su pecho uno de los productos más internacionales y reconocidos de la gastronomía española.

La victoria sirvió también para que, además de los integrantes del club, los aficionados pudiesen quitarse un peso de encima. Fue un día en el que los cerca de setecientos seguidores que poblaron als gradas del pabellón San Pablo de Sevilla, esos que batallaron con cánticos de ánimo con los casi mil que Palma tenía en las gradas, soltaron toda la rabia acumulada por las derrotas y pudieron dibujar una sonrisa tras muchos sinsabores. Y es que la presión que llevaban sobre los hombros los jugadores también la sentían esos que lloraron o compartieron batallas perdidas. Que fueron muchas en el último lustro. Así, con el éxtasis derivado de la victoria y el confeti sobre el parqué, podía entenderse que entre los gritos de alegría se escapase un suspiro de alivio. Todo fue épico, incluyendo el gol por el momento en el que se produjo y por lo que supuso: conseguir un nuevo trofeo que esta vez fue una copa y no un plato y que sirve para completar la vajilla de títulos de la entidad.

Y para completar la celebración, uno de los protagonistas de la final, Miguelín, aprovechó la ocasión parar revelar una gran noticia que tiene que ver con su futuro. No el profesional, sino el personal. Al ala balear, el más buscado una vez finalizado el choque por ser el más valioso de la final, por medirse a su ex equipo y por anotar el gol que valió el título, le preguntaron por su celebración en el tanto que hizo que ElPozo se llevase la Copa y el jugador reconoció que el acto de meter el balón bajo su camiseta estaba ligado a que había conocido que iba a ser padre. Así, si los niños vienen con un pan bajo el brazo, éste lo hará con un trofeo al menos. Todo salió redondo, como ese esférico sobre el que ayer orbitó todo un universo de sensaciones.