En condiciones normales, usted, estimado lector, debería tener en sus manos la crónica que le revelara todos los detalles del penúltimo partido liguero del Fútbol Club Cartagena. Pero los avatares del destino han llevado a retrasar un día cualquier análisis de la actuación de los jugadores de Alberto Monteagudo frente al Melilla. El fuerte temporal de viento impidió, a última hora del viernes, que la expedición albinegra tomara el vuelo previsto a la ciudad norteafricana para disputar un encuentro que finalmente se juega hoy, a partir de las 12.00 horas. Durante el mismo, los albinegros intentarán asegurar su participación en la próxima edición de la Copa del Rey -para lo que necesitan una victoria- y ampliar, de paso, la racha de trece jornadas consecutivas sin conocer la derrota.

El equipo de la ciudad portuaria rubricará una semana enrarecida desde la noche del viernes. Fue entonces cuando la expedición, recién llegada al aeropuerto de Málaga, recibió la noticia de que no podía desplazarse en tiempo y forma a su destino. Desde entonces se sucedieron los acontecimientos: cruce de llamadas con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el club melillense para comunicarles la incidencia y acabar tomando la lógica decisión de aplazar el choque.

Los futbolistas convocados por Monteagudo tuvieron que pasar la noche en la ciudad costasoleña y no fue hasta ayer, pasadas las cuatro y media de la tarde, cuando pudieron subir al avión para poner rumbo a Melilla. Allí llegaron a las 18.30 horas para poner fin a las horas de tensión transcurridas mientras se mantuvo en el aire si se iba o no a disputar el partido. No en vano, al restar tan solo dos jornadas para la conclusión del campeonato en el Grupo IV de Segunda División B , y estar en juego todavía para los albinegros la clasificación para el torneo del K.O. y la tranquilidad absoluta para el conjunto local, apenas habría tiempo para que se pueda jugar en otra fecha en el caso de que los cartageneristas tampoco hubieran podido desplazarse ayer.

Una vez que aterrizaron en tierras melillenses,los jugadores y el cuerpo técnico del FC Cartagena dirigieron sus cinco sentidos al pulso que tendrán que solventar sobre el césped del estadio Álvarez Claro. En este escenario se pondrán en juego tres puntos que, en el caso de subir al casillero de la escuadra albinegra, le entregarían el billete para disputar la Copa del Rey 2016/2017.

La mala noticia para el Cartagena es que los centrales Gonzalo Verdú y Moisés García no se han recuperado a tiempo, y el atacante Cristo Martín también se quedó en casa al cumplir ciclo de amarillas. En el centro de la zaga se espera a Juan Carlos Ceballos junto al canario Ayoze, con el joven Mario Sánchez y Jesús Álvaro en los laterales. Más previsible es la vuelta de Rivero, la brújula insustituible en el equipo.

Las ausencias de Chupe, Nacho Aznar y David Vázquez no son la única preocupación para Granero, técnico del conjunto anfitrión, que espera al menos puntuar y obtener la salvación matemática para todo un clásico del Grupo IV como el Melilla, que convive año a año con impagos y resucita en las segundas partes de la liga. Sin ir más lejos, esta temporada se deshizo de su jugador más representativo, el veterano Chota, y vivió en la zona roja de la clasificación hasta el cambio del gallego Fernando Currás por Granero. Desde entonces los números son de ascenso: dos derrotas, seis empates y ocho victorias aúpan al conjunto norteafricano a la zona media de la tabla, con 46 puntos e incluso mínimas posibilidades de entrar en Copa del Rey. El equipo melillense se ha instalado en una cómoda décima plaza y fue capaz de lograr hace tres semanas un empate en La Condomina ante el UCAM. Además, la semana pasada ganó en el Nuevo Colombino al Recreativo.

Así las cosas, todo apunta a que el Cartagena no lo tendrá nada fácil para poner el punto seguido a su dinámica de resultados positivos, que se acentuó en el derbi del pasado fin de semana contra el Real Murcia. Precisamente, la relajación que pueda existir en el vestuario tras un triunfo de esas características es uno de los aspectos que más inquieta a Alberto Monteagudo, que mandó un mensaje a sus jugadores en la rueda de prensa previa al encuentro de este mediodía: «No vamos a permitir que nadie baje un punto de intensidad. Si yo fuera futbolista del FC Cartagena apretaba si no estoy renovado».

Tras la conclusión del encuentro, todas las miradas apuntarán a la climatología ya que para la jornada de hoy, domingo, coincidiendo con la vuelta del equipo a Cartagena, se esperan rachas de viento que pueden alcanzar los 90 km/h.