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Las escuelas de tenis que se reparten por la Región de Murcia cuentan en sus filas con numerosos talentos que sueñan con ganarse un sitio en la elite. Para ello cuentan con el fiel respaldo de los monitores de sus respectivos clubes, que en cada entrenamiento les dan las consignas necesarias para mejorar sus prestaciones y trasladar la evolución experimentada a la pista, donde se debe reflejar todo el trabajo que se lleva a cabo a diario.

El siguiente paso está relacionado con la implicación de los propios jugadores, que tras una primera etapa de formación ven incrementadas sus exigencias. La personalidad del deportista se antoja fundamental y así se refleja en casos como el de Carlos Alcaraz, natural de El Palmar, que con apenas trece años de edad figura entre los mejores jugadores europeos de categoría infantil. El suyo es uno de los ejemplos de que el esfuerzo realizado suele llegar acompañado de una recompensa. Por delante tiene un futuro esperanzador que le señala como claro aspirante a recoger en un futuro el testigo de Nicolás Almagro, actual número 71 del ranking de la ATP, como principal representante de la Región de Murcia en el escenario tenístico internacional. Precisamente, el que fuera número nueve del mundo busca recuperar un nivel óptimo esta temporada tras unas campañas en las que las lesiones le impidieron mostrarse en plenitud de condiciones.