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Pasa el tiempo y el pádel sigue ganando adeptos en la Región de Murcia, donde el crecimiento que cada año experimenta esta modalidad salta a la vista. Para llegar a percatarse de esta realidad latente basta con pisar cualquier recinto polideportivo y contemplar el grado de aceptación que muestran los aficionados al deporte. La cantidad de personas que se anima a adquirir un pala aumenta con la misma rapidez que crecen las instalaciones destinadas a la práctica de esta disciplina.

La lista de deportistas afines al ´fenómeno pádel´ no deja de admitir miembros, llegando a superar todas las previsiones, incluso las más optimistas. De hecho, en estos momentos, lo que resulta extraño es encontrar una localidad que no disponga, como mínimo, de una pista.

El atractivo del pádel se localiza, especialmente, en su facilidad para atraer a todo tipo de practicantes, de cualquier sexo y edad. Tampoco es un factor clave el hecho de que se estén iniciando porque reúne todo lo necesario para convertirse en una actividad ideal para todos los públicos: un espacio reducido en el que juegan cuatro personas y que está rodeado de paredes, que hacen que la pelota siempre vuelva, y la pala es más pequeña y de fácil manejo, elevando las opciones de diversión, sin una gran exigencia técnica y un desgaste físico de importantes dimensiones.