El FC Cartagena ha vuelto a ganar tres jornadas después y lo hizo con un 2-0 ante el Villanovense, gracias a los tantos de Chus Hevia y de Sergio García. El equipo dirigido por Monteagudo doblegó a un rival en aprietos, gracias al desgaste de su oponente y a la contundencia de sus atacantes, además del gran trabajo efectuado por Cristo Martín, uno de los futbolistas más en forma estas últimas jornadas.

Gracias a los tres puntos acumulados en la tarde de ayer y al tropiezo del Real Jaén, el equipo albinegro ha sobrepasado a los andaluces, ahora ocupa el séptimo lugar y encima se coloca en puesto de Copa del Rey, el único objetivo alcanzable a cuatro partidos para que concluya la temporada.

Los albinegros estaban necesitados de una victoria que ayudase a minimizar los dos empates consecutivos anteriores ante el Algeciras y Marbella. El triunfo de ayer reconforta a una plantilla que está acabando la temporada en progresión ascendente, con once jornadas de forma consecutiva sin perder partido alguno, con cinco victorias y seis empates en este periodo, que le han catapultado para estar entre los ocho mejores de la categoría, eso sí, muy lejos de los cuatro primeros clasificados.

El gran momento de forma de Sergio García -cuatro goles en las últimas cuatro jornadas- está aupando al futbolista, que en la primera parte de la temporada había cuajado una actuación mediocre. El técnico ha decidido dejarle espacio por delante y poner como premisa a sus compañeros que traten de nutrirlo de asistencias, para que el zamorano encuentre hueco aprovechando su punta de velocidad. Sus aciertos han provocado que Hevia y Laens ocupen puesto de banquillo, aunque el asturiano lograba ayer su segundo tanto consecutivo, esta vez al minuto de saltar al campo.

Monteagudo no varió el once que propuso de inicio en el Cartagonova respecto del que ha jugado en las últimas jornadas. Sergio García volvía a ser el referente arriba, por lo que el bloque albinegro pretendía salvar pronto el escollo en el centro del campo y nutrir de balones a su jugador en acciones rápidas a la contra.

Pero el problema que encontró el FC Cartagena a lo largo de la primera parte es que el Villanovense le apretó bien en la defensa al hombre, lo que impedía casi siempre tener tiempo para pensar y pasar.

La situación no mejoró en este período, aunque los locales lo intentaran con más insistencia conforme pasaban los minutos. Sergio apenas recibía a la carrera, como a él le gusta, y Menudo o Cristo tampoco encontraban espacio suficiente para poder lanzar el ataque local. A eso hay que añadir que Quique Rivero tenía el balón en los pies en una posición muy retrasada, por lo que su verticalidad y peligro perdían eficacia tan lejos de la portería contraria. Esta tesitura no hizo otra cosa que convertir el partido en un ir y venir de desaciertos por parte de uno y otro contrincante.

El Villanovense, agobiado por una situación complicada en la tabla clasificatoria, no puede esperar a ver cómo se desarrollan los encuentros, sino que tiene que ir a por la victoria casi desde el comienzo. Pero está claro que este conjunto extremeño está falto de 'punch' de medio campo para arriba. Tocaba rápido y trataba de triangular, pero no ponía en aprietos considerables a la defensa albinegra, ni mucho menos a Limones, quien volvía tras una lesión en el hombro.

Las ocasiones más destacadas de los 45 primeros minutos fueron de los albinegros. Primero lo intentó Menudo tras recibir un pase de Juanlu, pero su chut con la pierna izquierda salía demasiado alto. Después era Cristo Martín quien lo intentó con un libre directo al borde del área en el minuto 36. El sentido y la dirección eran casi perfectas, pero lo que le faltó al balón fue un poco de altura para ir a portería. Chocó con la barrera.

Un minuto más tarde, un centro chut de Juanlu lo atrapaba en dos tiempos el portero José Fuentes, mientras que en el 38' llegó la mejor jugada de ataque del FC Cartagena, que finalizaba con una mano salvadora del meta visitante tras centro desde la izquierda de Menudo, que dejó un envenenado balón al portero para que mandara a saque de esquina.

El FC Cartagena jugaba con una marcha de menos, si lo comparamos con el equipo que hemos visto en la última jornada. Le faltó algo de ganas, un poco de intensidad y mucha más profundidad.

Las marcas que encorsetaron al FC Cartagena en la primera parte no fueron tan insistentes por el Villanovense como en la primera parte, sobre todo porque las fuerzas no eran las de un principio. Facilitó las cosas al equipo cartagenero esta circunstancia, pero sobre todo que unos segundos después de saltar al campo, Chus Hevia hiciera el 1-0 al adelantarse a una a la salida del portero del Villanovense. Esta circunstancia abría el partido, ya que los visitantes se vieron obligados a irse decididamente a por el encuentro y el equipo cartagenerista podía poner en práctica el contragolpe con un Sergio que parece seguir en estado de gracia.

La salida de Menudo del terreno de juego generó cierta controversia entre el público, ya que aunque no estaba muy acertado, era de los que más quiso el balón en la tarde de ayer. Incluso se le vio al sevillano cabreado cuando se sentó en el banquillo tras ser relevado por Hevia, pero todo ese mosqueo se difuminó tras el primer tanto de los locales.

Después del 1-0, los albinegros jugaron a su antojo unos minutos, ya que el Villanovense andaba 'ko'. Juanlu lo intentó con un cabezazo en el minuto 60 y luego fue Sergio García en una contra el que cedía a su compañero Juanlu que, al encarar al portero, mandara el esférico a la base del palo.

Tras esa situación, el Villanovense achuchó a los albinegros. Los visitantes pasaron a dominar el balón y a crear más peligro y presencia en el área de Limones. Pero esta presión no se tradujo en ocasiones claras para haber puesto el empate, algo que sí que hizo el FC Cartagena por medio de Sergio García.

Buena vista de Álvaro

Un pelotazo en largo de Álvaro, de nuevo un pulmón por su banda izquierda, llegaba al atacante cartagenerista, que adelantó el esférico con su cabeza y de fuerte chut 'fusilaba' al portero José Fuentes. El 2-0 resultaba ya definitivo, porque el Villanovense carecía de capacidad de reacción y faltaban apenas siete minutos para acabar el encuentro.

Aún hubo tiempo para demostrar Limones que anda recuperado, con una soberbia parada y un alarde de reflejos tras un disparo casi a bocajarro de Guarnido en los últimos instantes.

El equipo albinegro vuelve a ganar tras dos empates seguidos y ya se planta en séptimo lugar.